Hola familia,
recién llegado de Alemania donde he pasado unos días de relax por la selva negra después del IM.
Otrora, este evento hubiera generado una suerte de crónica con tintes cómicos mezclado con emociones vividas. Pero eso fue en otra época.. :'( Ahora, al menos, creo que debo resumiros la batalla.
Vaya por delante que, a pesar de no haber conseguido mi objetivo de ser sub 11h, esta medalla me sabe a victoria y me ha hecho crecer interiormente mucho. Como adelantaba Anna, el día salió muy intempestivo, frío, lluvia y mucho viento. En el agua me defendí bién y en el maratón no sucumbí después de la tortura sobre las dos ruedas, y es que, me queda mucho para ser un ciclista aceptable. Sufrí mucho en un circuito, no con grandes pendientes, pero sí con sucesivos toboganes, algunos eternos, y sobre todo, con mucho frío, con manos y pies congelados por el efecto lluvia+agua. Mi media se resentía cada vez más. Bajé de la bici absolutamente vacío y hundido mentalmente. Los primeros kms del maratón no conseguían desprenderme del sufrimiento anterior. Fue a partir del km 8 o 9 cuando mi mente y mis piernas empezaron a reaccionar, mientras la lluvia iba y venía por todos los frentes, a veces en forma de chorros. Y poco a poco fuí cubriendo kms, cada vez con el ritmo más comprometido por el dolor de alma total, hasta que pones el pie en la alfombra roja que te guía en un pasillo abarrotado de público, y durante 50m te sientes el tío más grande del mundo.
Cruzas la meta y lo de siempre: "¿y ahora qué?... :arf: