Hola de nuevo chicos, recojo el guante donde lo dejé a finales de octubre, de baja por Bombers. Os haré un pequeño spoiler previo: ayer hubo Mitja de Sant Cugat…bien.
Pero primero, tiraré un poquito para atrás en el tiempo. Nos vamos a 26/01/2020, domingo, día de mi última mitja marató, hasta la fecha. Fue en Terrassa y hicimos 1h17:19. Andábamos preparando el Maratón de Sevilla, que sería cinco semanas después y que acabó en MMP (2h34:08).
Y aún voy a remontarme un poquito más atrás en el tiempo, concretamente a 29/04/2018. Aquel día corrimos la Mitja de Sant Cugat, que además era campeonato de Cataluña. Por allí andaba
Marc78 y
Fandes si no recuerdo mal. Acabamos 6º con 1h14:12 (MMP para mí en aquel momento). Una época en la que me sentía muy fuerte. Venía de triunfar en Tokyo dos meses antes y de enlazar en 3 semanas, ganar Medijocs, hacer 33:52 en Bombers, y luego la Mitja, y a poco más de 3 semanas de que naciera mi hija Vera

.
Pues a nivel físico, y metal y hasta emocional diría yo, estaba bastante lejos, 4 años después, este domingo. Las lesiones, las molestias, los dolores puntuales, a parte de lo físico, mentalmente te van lastrando y la verdad no las tenía todas conmigo, pero de alguna manera había que sobreponerse a todo esto. Así que a ultimísima hora y fuera de plazo el sábado me inscribí en la mitja, y el domingo, ahí estábamos en la línea de salida. Para contextualizar más la situación añadiremos, que llevaba un dorsal sin nombre, con lo que no recibí apenas ánimos a mi nombre y que el garmin no localizó GPS e hice toda la carrera sin referencias propias. Esto último tenía que ver con una actualización del software que ya indicaba que corregía errores de fijación del GPS. Así que anoche lo actualicé y esta mañana ha ido sin problemas.
Así con esta introducción/ contextualización, explicar la carrera será más fácil. Por primera vez añaden una carrera de 5 km que sale 30’ antes, y una de 10 km que se une a la mitja. La salida es cómoda y hay terreno para correr por delante, así que salimos bien. Pero sin poder tener referencias de mi garmin, voy controlando el ritmo por sensaciones y por puntos kilométricos como puedo. A la que puedo busco asociarme, pero se me escapan los primeros y me quedo en tierra de nadie hasta que me atrapa un grupito de una media docena e intento agarrarme a ellos. Y así va a ser toda la carrera. Por momentos parece que voy bien, por momentos les pierdo el ritmo y me descuelgo. Lo mismo les pasa otros y así el grupo se une y se separa por momentos. Sobre el km 7 parece que perderé comba pero poco a poco recupero y pasamos el km 10 juntos y puedo ver el crono, sobre 35:00, segundo arriba y abajo. Parece que vamos a 3:30 de media, a partir de ahí me mantengo unos km junto a ellos pero de nuevo vuelvo a perder comba entre el km 13-14. A partir de ahí ya si que sólo queda coco y patas y a seguir. Voy km a km sin perderle la cara y no pensando nada más que en el siguiente km. A base de tesón recupero alguna plaza de lo que se va desgranado del grupo anterior y me mantengo firme. De resistencia parece que vamos bien aunque no nos sobre ritmo. Finalmente tras el paso por el km 19, avivo el ritmo con lo que me queda y me voy sólo aguantado hasta meta donde por fin vuelvo a tener una referencia, la final, donde veo que puedo y consigo bajar de 1h15.
Además de lo anteriormente comentado, nos ha faltado ritmo de competición. Eso si, hemos tirado de pundonor y de orgullo. Por momentos pensaba en parar o que saltaría algún problema físico…por momentos ha sido una batalla mental, mientras se libraba la física propia de la competición. Mi inspiración, en todo esto ha sido mi hija. El día anterior tuvo lugar la Kids race para niños. Corrieron mis dos hijos. El mayor 600 m. Y la pequeña la mitad más o menos. La pobre tuvo un percance en la salida y se cayó al suelo, pero lejos de quejarse, llorar o acabar ahí, se levantó y se puso a correr llegando a mitad del grupo, porque me había dicho que iba a correr hasta el final sin cansarse y así lo hizo. Así que si mi hija se cae, se levanta y sigue corriendo, su padre no podía ser menos y tenía que seguir su ejemplo y este domingo había que sobreponerse a todo y correr hasta el final…como hicimos.
Ahora tengo una semana por delante para recuperarme, rodar tranquilo, y con más confianza de la que tenía en los últimos tiempos, volver a ponerme manos a la obra el próximo lunes con la preparación del maratón de Roma.