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123rd Boston Marathon (15/04/2019)
23 Abr 2019 22:04 - 23 Abr 2019 22:18 #405
per esquimal (Associat/da)
5 Km -> 18:31 -> Cavalcada de Reis Cornellà 2017
10 Km -> 38:47 -> Nassos 2017
Mitja -> 1:23:58 -> Barcelona 2018
Marató -> 3:06:17 -> Barcelona 2018
I avui que és Sant Jordi, TOTXOOOOO
Como en el caso de Cachirulo, para entender lo que significó Boston para mí y el porqué del devenir de la prueba requiere retroceder muchos meses atrás, tantos como a marzo de 2018.
Finaliza la marató de Barcelona para el que entrené como nunca lo había hecho, récord de kilómetros y sobretodo muchos entrenos de calidad con muchas series, algo que casi no suelo hacer, y que me lleva a conseguir la ansiada mínima para participar en Boston. Todos quieren correr en NY pero el que se considera maratoniano, sabe que el verdadero maratón, el histórico, el que tiene más solera, es Boston.
Dejo al cuerpo descansar un par de semanas y vuelvo a los entrenamientos con rodajes muy suaves pero al segundo o tercer día noto que algo no está bien. Empieza como una leve molestia en mi tobillo izquierdo que no me impide correr de forma suave acompañando a los amigos en el corte inglés pero en Bombers el cuerpo dice basta. La molestia ya es un dolor intenso y visito al fisio de confianza. El diagnóstico: tendinopatía del tibial posterior.
Parada obligatoria y ejercicios en casa, no me queda otra. Pienso para mí que esto en 2 semanas está resuelto. Las 2 semanas se convierten en un mes, 2 meses… y llego hasta el punto de perder la confianza en mi fisio. Decido visitar a otro especialista y me confirma el diagnóstico. Tras varias sesiones infructuosas vuelvo a mi fisio.
Los meses siguen pasando y llega agosto. En la piscina del pueblo leo “Reyes del asfalto” que habla de las míticas batallas entre Alberto Salazar y Bill Rodgers y no hace más que hacerme desear poder correr en Boston. Y en octubre como vino, el dolor se fue. Así, sin avisar. Empiezo a entrenar muy poco a poco y consigo completar el Correbarri.
Resulta que estaba inscrito a Valencia desde marzo así que pensé que aunque no pudiera completarla entera podría acompañar a Carolineta la segunda mitad. Empiezo a entrenar con ella y en la marató del Mediterrani noto una leve molestia en el otro tobillo, el derecho. 4 días después la acompaño en la cursa de l’Amistat y al acabar sé que no podré correr en Valencia. Vuelta al fisio: bloqueo del astrágalo que me impide dar 2 zancadas seguidas.
Y así hasta llegar al punto de no retorno que me había impuesto, el 1 de enero. Si ese día no podía empezar a correr debería decir adiós al sueño de Boston. Ese día consigo completar 5 kilómetros sin apenas molestias pero con la moral hundida. He engordado 7 kilos y estoy muy lento. Corro con miedo a lesionarme de nuevo y con la confianza por los suelos.
Me planteo un plan de entrenamiento de mínimos de 14 semanas con 4 para coger un poco de forma y 10 para entrenar el maratón propiamente dicho. Parto de 0. En la última semana de la puesta a punto me hago una contractura en un cuádriceps que me tiene una semana parado. Primer mazazo y una semana menos. Vuelvo a los entrenos y tras 2 semanas nuevo contratiempo, el tobillo vuelve a molestar. Otra semana perdida.
La inseguridad y el miedo a una recaída son constantes durante todo el plan de entrenamiento. La confianza anda bajo mínimos pero por fin consigo encarrilar 4 semanas seguidas sin molestias. Me pongo a dieta y empiezo a bajar peso a la vez que el cuerpo comienza a reaccionar positivamente al entrenamiento y eso empieza a animarme. Y llega el momento de viajar a Boston, con 6 kilos menos y sólo 600km entrenados, pero con la “seguridad” de tener un mínimo de posibilidades de llegar a meta.
Llega el momento de hacer la mochila con todo lo necesario y hacia el aeropuerto de madrugada en bus. Quería hacer un viaje low-cost intentando gastar casi exclusivamente lo necesario. El vuelo lo había comprado en septiembre a muy buen precio con escala en Amsterdam a la ida y en Atlanta a la vuelta. Me alojaría en el Hi-hostel y desde ya puedo decir que fue una decisión acertadísima. Compartí habitación con 6 personas (4 de ellos también corrieron) y hubo muy buen rollo. El precio para ser un hostel no era tan económico como cuando corrí en NY pero tenía un factor determinante: localización. A 5 minutos andando del lugar en el que se cogen los buses para ir a Hopkinton y a otros 5 desde que sales de la zona de meta.
El mismo día que llegué ya me fui de turismo por la tarde. Visita imprescindible a Harvard y el MIT, imponentes ambos lugares. El viernes quedé con Barceruel, Judith, Dabit y Vanesa y recorrimos juntos el Freedom trail. Cuando les dejé camino de Cambridge no pude evitar ir a hacer una primera visita a la expo. Recogida de dorsal sin ninguna cola y a comprar la celebration jacket. Como la S de chico tenía las mangas muy largas y abiertas acabé comprándome la M de chica, que tenía las mangas cerradas y me quedaba como un guante.
El sábado más turismo. Aprovechando el weekend pass del tren (10$ con viajes ilimitados a cualquier zona) fui a Foxborough, a visitar el Hall of fame de los New England Patriots ya que soy un gran seguidor. Por la tarde cambié el suroeste por el nordeste y visité Salem. Muy turístico pero me pareció una población muy bonita. El domingo comida con los compañeros correcats y tarde de relax y descanso para lo que se avecinaba.
Y llegamos al Patriots Day. Mientras desayunaba en el hostel miraba por la ventana y el panorama era desolador. Una tormenta de las que asustan de verdad. A pesar de que a los de la primera ola nos recomendaban coger el bus de 6 a 6:45 decidí acudir más tarde. Si el tiempo iba a ser así de malo quería tener que estar el mínimo tiempo posible en el village esperando la salida. Salí del hostel bien tapado y con una capelina del maratón de Barcelona y al llegar al bus tuve que esperar bajo la lluvia casi 10 minutos antes de montar. A esas alturas ya llevaba los pies chorreando, por suerte llevaba unos calcetines de repuesto.
El tiempo era tan malo que lo que normalmente es un trayecto de unos 50 minutos se convirtió en casi hora y media. Llegué al village media hora antes de empezar y afortunadamente ya no llovía ni tenía pinta de que lo volvería a hacer. Sin tiempo que perder me quité el chándal, me sequé los pies y me puse los calcetines secos. Ya en tirantes directo a la salida del village y paseo de casi un kilómetro hacia los corrales de salida. Es una sensación muy extraña. Vas caminando entre casitas y los vecinos están en su jardín animándote mientras te diriges hacia ellos.
Justo cuando estoy llegando a los corrales suena el himno de EEUU y todo el mundo se detiene en silencio. En el mismo momento en el que cantan la última palabra sobrevuelan nuestras cabezas entre las nubes dos cazas con un sonido atronador. Gallina de piel, de esos momentos que se te quedan grabados para siempre.
Entro a mi corral, el 8, y soy consciente por primera vez de que no es un sueño, estoy ahí, en la salida del maratón de Boston. “Welcome to Hopkinton. It all starts here”. En ese preciso instante, rodeado de todos los corredores, rompo a llorar.
Dan la salida y enseguida empezamos a avanzar posiciones. En menos de 4 minutos estoy a punto de empezar la carrera. Enciendo la cámara que estuve a punto de dejar en la habitación por el mal tiempo (menos mal que me la jugué) y casi sin tener tiempo de asimilarlo cruzo la línea de salida. No puedo evitar emocionarme pero hay que llegar a Boston, si no todo el esfuerzo no habrá servido para nada.
Primer km de bajada muy pronunciada pero intento retenerme mucho. El objetivo es que los parciales de 5k hasta llegar a las Newton Hills sean más o menos de 25 minutos. Una vez allí aflojar todo lo que sea necesario, incluso andando si hace falta, para una vez pasada la Heartbreak Hill volver a subir el ritmo en las últimas 5 millas “favorables”. Llego al km1 y me sorprende que estén marcados todos los puntos kilométricos, y entonces pum, un pedazo repecho. Son sólo 200m pero es toda una declaración de intenciones. Bienvenido a Boston.
La cosa discurre con normalidad pero al tercer kilómetro empiezo a notar que algo no va bien en mi tobillo derecho. Es una sensación extraña. A veces me molesta la parte trasera y a veces la delantera. No me puedo creer que me esté sucediendo esto. Intento evadirme de las molestias mirando el paisaje y poco a poco empieza a suceder algo que se me había pasado por la cabeza que pudiera ocurrir. Al salir del penúltimo corral de la ola e ir más lento del ritmo al que se supone que debe correr alguien que sale de la ola 1 me encuentro casi solo a la altura del km5. La siguiente ola no sale hasta 30 minutos después así que fui “paseando” casi en solitario más de 20 kilómetros.
Por suerte las molestias desaparecen por el km 8 y puedo rodar ya con normalidad. Primer parcial clavado en 24:59, segundo en 25:26, tercero en 25:59. Parece que todo está en su sitio y casi voy marcando los tiempos que me había propuesto. Y con un parcial de 25:52 llego al km 20, el Wellesley College. Hay que correr Boston para vivirlo en persona porque es indescriptible lo que se siente allí. Antes de llegar ya estás escuchando los gritos de los cientos de chicas que están allí animando con sus carteles, reclamando un beso.
Alargo el brazo y empiezo a chocar todas y cada una de las manos. Es curioso pero no me arranco a dar ningún beso, me entra vergüenza (a estas alturas de la vida) hasta que una chica a lo lejos me señala y se apunta con el dedo índice en la mejilla. Pues nada, allá que vamos. Carcajadas de las amigas y adiós vergüenza. Sigo corriendo y otra que quiere beso. Pues nada, un beso para ti y otro para tu amiga ya que estamos, todos en la mejilla eso sí. Miro el reloj y voy a 4:25 cuando llevo toda la carrera por encima de 5. Menudo subidón con el cachondeo que tienen allí montado.
Paso por la media en 1:47:45 y el último parcial ha sido de 25:38. Todo está saliendo de fábula y ahora toca afrontar la parte “más dura” de la carrera. El que se supone debe ser el kilómetro más rápido de la carrera lo hago a 5:05 lo que no augura nada bueno. Llego a Newton y empieza a alcanzarme la gente de la segunda ola, algo que sabía que sucedería tarde o temprano. Se le suma la enorme humedad que llevamos padeciendo desde el inicio, la alta temperatura y que las nubes han dado paso a un sol inclemente. Es la tormenta perfecta. La cosa viene en mal momento ya que se avecina la primera colina que subo reservando pero a buen ritmo. Tramo de llano y al llegar a la segunda colina, en el km 28, sin saber cómo ni por qué no hay fuerzas.
Es algo que sucede sin que te des cuenta. El continuo sube y baja va machacando tus piernas poco a poco y entonces, en el momento en que más falta te hacen, ya no están. Todos nos empecinamos tanto en centrar nuestra atención en esas 5 millas (de la 16 a la 21) que no nos hacemos a la idea de lo traicioneras que son las 16 millas iniciales. Las gráficas de altimetría no son capaces de mostrar cuál es la dureza real de toda esa parte previa del trazado y no estaba preparado para lo que venía después. A partir de aquí los parciales se van al cuerno.
Así pues, plan B. Sufrir sabía que sufriría así que decidí sacar la cámara en la tercera colina y disfrutar todo lo que pude del ambiente. En el llano conseguí recuperar algo y aunque parte de la Heartbreak Hill la hice andando pude correr bastante parte de la última subida. En el fondo cuando estás allí te das cuenta de que no son tan temibles como se dice. Pensaba que al coronarla podría recuperar el ritmo hasta meta en los 8 kilómetros que quedaban de “bajada” pero las piernas no podían del dolor. Era una sensación terrible ver que te costaba la vida mantener el ritmo a 5 incluso bajando.
Tocaba tirar de experiencia y comencé a ponerme pequeñas metas. El objetivo era correr un kilómetro y luego caminar unos metros mientras reordenaba la cabeza, me hidrataba y relajaba las piernas. Buscaba las botellas de agua que daba la gente porque a pesar de que cada milla hay avituallamiento no daba abasto para hidratarme. Miraba de vez en cuando el reloj y a pesar de que el tiempo no me importaba las 4 horas se avecinaban y me daba mucha rabia no conseguir bajar ni siquiera de esa marca, así que tocó hacer un último esfuerzo.
La recta de meta se hace eterna. Quieres llegar como sea para cruzarla y que se acabe pero a la vez te entristece porque sabes que has vivido algo único e irrepetible y llega a su fin. Acabo en 3:58:53. Ha ido por los pelos pero al final lo has conseguido. Hace 4 meses no podías dar 2 zancadas seguidas (literal) sin rabiar de dolor y ahora te están colgando en el cuello esa preciosa medalla, ese unicornio, que tanto significaba para ti.
Ya tienes tu unicornio. Sólo tú sabes lo mucho que has tenido que sufrir para tenerlo en tus manos y no me refiero a correr esos 42 traicioneros kilómetros que separan Hopkinton de Boston.
Como dice Cachirulo América para los americanos, pero que me esperen una última vez que en Chicago no perdono.
Y para rematar video sin montaje ni historias pero eso sí, me he currado unos subtítulos sincronizados, porque hay muchos momentos en los que no se entiende una leche de lo que digo
. Recomiendo verlo en Youtube en todo su esplendor que para algo lo grabé a 1080p60 
Como en el caso de Cachirulo, para entender lo que significó Boston para mí y el porqué del devenir de la prueba requiere retroceder muchos meses atrás, tantos como a marzo de 2018.
Finaliza la marató de Barcelona para el que entrené como nunca lo había hecho, récord de kilómetros y sobretodo muchos entrenos de calidad con muchas series, algo que casi no suelo hacer, y que me lleva a conseguir la ansiada mínima para participar en Boston. Todos quieren correr en NY pero el que se considera maratoniano, sabe que el verdadero maratón, el histórico, el que tiene más solera, es Boston.
Dejo al cuerpo descansar un par de semanas y vuelvo a los entrenamientos con rodajes muy suaves pero al segundo o tercer día noto que algo no está bien. Empieza como una leve molestia en mi tobillo izquierdo que no me impide correr de forma suave acompañando a los amigos en el corte inglés pero en Bombers el cuerpo dice basta. La molestia ya es un dolor intenso y visito al fisio de confianza. El diagnóstico: tendinopatía del tibial posterior.
Parada obligatoria y ejercicios en casa, no me queda otra. Pienso para mí que esto en 2 semanas está resuelto. Las 2 semanas se convierten en un mes, 2 meses… y llego hasta el punto de perder la confianza en mi fisio. Decido visitar a otro especialista y me confirma el diagnóstico. Tras varias sesiones infructuosas vuelvo a mi fisio.
Los meses siguen pasando y llega agosto. En la piscina del pueblo leo “Reyes del asfalto” que habla de las míticas batallas entre Alberto Salazar y Bill Rodgers y no hace más que hacerme desear poder correr en Boston. Y en octubre como vino, el dolor se fue. Así, sin avisar. Empiezo a entrenar muy poco a poco y consigo completar el Correbarri.
Resulta que estaba inscrito a Valencia desde marzo así que pensé que aunque no pudiera completarla entera podría acompañar a Carolineta la segunda mitad. Empiezo a entrenar con ella y en la marató del Mediterrani noto una leve molestia en el otro tobillo, el derecho. 4 días después la acompaño en la cursa de l’Amistat y al acabar sé que no podré correr en Valencia. Vuelta al fisio: bloqueo del astrágalo que me impide dar 2 zancadas seguidas.
Y así hasta llegar al punto de no retorno que me había impuesto, el 1 de enero. Si ese día no podía empezar a correr debería decir adiós al sueño de Boston. Ese día consigo completar 5 kilómetros sin apenas molestias pero con la moral hundida. He engordado 7 kilos y estoy muy lento. Corro con miedo a lesionarme de nuevo y con la confianza por los suelos.
Me planteo un plan de entrenamiento de mínimos de 14 semanas con 4 para coger un poco de forma y 10 para entrenar el maratón propiamente dicho. Parto de 0. En la última semana de la puesta a punto me hago una contractura en un cuádriceps que me tiene una semana parado. Primer mazazo y una semana menos. Vuelvo a los entrenos y tras 2 semanas nuevo contratiempo, el tobillo vuelve a molestar. Otra semana perdida.
La inseguridad y el miedo a una recaída son constantes durante todo el plan de entrenamiento. La confianza anda bajo mínimos pero por fin consigo encarrilar 4 semanas seguidas sin molestias. Me pongo a dieta y empiezo a bajar peso a la vez que el cuerpo comienza a reaccionar positivamente al entrenamiento y eso empieza a animarme. Y llega el momento de viajar a Boston, con 6 kilos menos y sólo 600km entrenados, pero con la “seguridad” de tener un mínimo de posibilidades de llegar a meta.
Llega el momento de hacer la mochila con todo lo necesario y hacia el aeropuerto de madrugada en bus. Quería hacer un viaje low-cost intentando gastar casi exclusivamente lo necesario. El vuelo lo había comprado en septiembre a muy buen precio con escala en Amsterdam a la ida y en Atlanta a la vuelta. Me alojaría en el Hi-hostel y desde ya puedo decir que fue una decisión acertadísima. Compartí habitación con 6 personas (4 de ellos también corrieron) y hubo muy buen rollo. El precio para ser un hostel no era tan económico como cuando corrí en NY pero tenía un factor determinante: localización. A 5 minutos andando del lugar en el que se cogen los buses para ir a Hopkinton y a otros 5 desde que sales de la zona de meta.
El mismo día que llegué ya me fui de turismo por la tarde. Visita imprescindible a Harvard y el MIT, imponentes ambos lugares. El viernes quedé con Barceruel, Judith, Dabit y Vanesa y recorrimos juntos el Freedom trail. Cuando les dejé camino de Cambridge no pude evitar ir a hacer una primera visita a la expo. Recogida de dorsal sin ninguna cola y a comprar la celebration jacket. Como la S de chico tenía las mangas muy largas y abiertas acabé comprándome la M de chica, que tenía las mangas cerradas y me quedaba como un guante.
El sábado más turismo. Aprovechando el weekend pass del tren (10$ con viajes ilimitados a cualquier zona) fui a Foxborough, a visitar el Hall of fame de los New England Patriots ya que soy un gran seguidor. Por la tarde cambié el suroeste por el nordeste y visité Salem. Muy turístico pero me pareció una población muy bonita. El domingo comida con los compañeros correcats y tarde de relax y descanso para lo que se avecinaba.
Y llegamos al Patriots Day. Mientras desayunaba en el hostel miraba por la ventana y el panorama era desolador. Una tormenta de las que asustan de verdad. A pesar de que a los de la primera ola nos recomendaban coger el bus de 6 a 6:45 decidí acudir más tarde. Si el tiempo iba a ser así de malo quería tener que estar el mínimo tiempo posible en el village esperando la salida. Salí del hostel bien tapado y con una capelina del maratón de Barcelona y al llegar al bus tuve que esperar bajo la lluvia casi 10 minutos antes de montar. A esas alturas ya llevaba los pies chorreando, por suerte llevaba unos calcetines de repuesto.
El tiempo era tan malo que lo que normalmente es un trayecto de unos 50 minutos se convirtió en casi hora y media. Llegué al village media hora antes de empezar y afortunadamente ya no llovía ni tenía pinta de que lo volvería a hacer. Sin tiempo que perder me quité el chándal, me sequé los pies y me puse los calcetines secos. Ya en tirantes directo a la salida del village y paseo de casi un kilómetro hacia los corrales de salida. Es una sensación muy extraña. Vas caminando entre casitas y los vecinos están en su jardín animándote mientras te diriges hacia ellos.
Justo cuando estoy llegando a los corrales suena el himno de EEUU y todo el mundo se detiene en silencio. En el mismo momento en el que cantan la última palabra sobrevuelan nuestras cabezas entre las nubes dos cazas con un sonido atronador. Gallina de piel, de esos momentos que se te quedan grabados para siempre.
Entro a mi corral, el 8, y soy consciente por primera vez de que no es un sueño, estoy ahí, en la salida del maratón de Boston. “Welcome to Hopkinton. It all starts here”. En ese preciso instante, rodeado de todos los corredores, rompo a llorar.
Dan la salida y enseguida empezamos a avanzar posiciones. En menos de 4 minutos estoy a punto de empezar la carrera. Enciendo la cámara que estuve a punto de dejar en la habitación por el mal tiempo (menos mal que me la jugué) y casi sin tener tiempo de asimilarlo cruzo la línea de salida. No puedo evitar emocionarme pero hay que llegar a Boston, si no todo el esfuerzo no habrá servido para nada.
Primer km de bajada muy pronunciada pero intento retenerme mucho. El objetivo es que los parciales de 5k hasta llegar a las Newton Hills sean más o menos de 25 minutos. Una vez allí aflojar todo lo que sea necesario, incluso andando si hace falta, para una vez pasada la Heartbreak Hill volver a subir el ritmo en las últimas 5 millas “favorables”. Llego al km1 y me sorprende que estén marcados todos los puntos kilométricos, y entonces pum, un pedazo repecho. Son sólo 200m pero es toda una declaración de intenciones. Bienvenido a Boston.
La cosa discurre con normalidad pero al tercer kilómetro empiezo a notar que algo no va bien en mi tobillo derecho. Es una sensación extraña. A veces me molesta la parte trasera y a veces la delantera. No me puedo creer que me esté sucediendo esto. Intento evadirme de las molestias mirando el paisaje y poco a poco empieza a suceder algo que se me había pasado por la cabeza que pudiera ocurrir. Al salir del penúltimo corral de la ola e ir más lento del ritmo al que se supone que debe correr alguien que sale de la ola 1 me encuentro casi solo a la altura del km5. La siguiente ola no sale hasta 30 minutos después así que fui “paseando” casi en solitario más de 20 kilómetros.
Por suerte las molestias desaparecen por el km 8 y puedo rodar ya con normalidad. Primer parcial clavado en 24:59, segundo en 25:26, tercero en 25:59. Parece que todo está en su sitio y casi voy marcando los tiempos que me había propuesto. Y con un parcial de 25:52 llego al km 20, el Wellesley College. Hay que correr Boston para vivirlo en persona porque es indescriptible lo que se siente allí. Antes de llegar ya estás escuchando los gritos de los cientos de chicas que están allí animando con sus carteles, reclamando un beso.
Alargo el brazo y empiezo a chocar todas y cada una de las manos. Es curioso pero no me arranco a dar ningún beso, me entra vergüenza (a estas alturas de la vida) hasta que una chica a lo lejos me señala y se apunta con el dedo índice en la mejilla. Pues nada, allá que vamos. Carcajadas de las amigas y adiós vergüenza. Sigo corriendo y otra que quiere beso. Pues nada, un beso para ti y otro para tu amiga ya que estamos, todos en la mejilla eso sí. Miro el reloj y voy a 4:25 cuando llevo toda la carrera por encima de 5. Menudo subidón con el cachondeo que tienen allí montado.
Paso por la media en 1:47:45 y el último parcial ha sido de 25:38. Todo está saliendo de fábula y ahora toca afrontar la parte “más dura” de la carrera. El que se supone debe ser el kilómetro más rápido de la carrera lo hago a 5:05 lo que no augura nada bueno. Llego a Newton y empieza a alcanzarme la gente de la segunda ola, algo que sabía que sucedería tarde o temprano. Se le suma la enorme humedad que llevamos padeciendo desde el inicio, la alta temperatura y que las nubes han dado paso a un sol inclemente. Es la tormenta perfecta. La cosa viene en mal momento ya que se avecina la primera colina que subo reservando pero a buen ritmo. Tramo de llano y al llegar a la segunda colina, en el km 28, sin saber cómo ni por qué no hay fuerzas.
Es algo que sucede sin que te des cuenta. El continuo sube y baja va machacando tus piernas poco a poco y entonces, en el momento en que más falta te hacen, ya no están. Todos nos empecinamos tanto en centrar nuestra atención en esas 5 millas (de la 16 a la 21) que no nos hacemos a la idea de lo traicioneras que son las 16 millas iniciales. Las gráficas de altimetría no son capaces de mostrar cuál es la dureza real de toda esa parte previa del trazado y no estaba preparado para lo que venía después. A partir de aquí los parciales se van al cuerno.
Así pues, plan B. Sufrir sabía que sufriría así que decidí sacar la cámara en la tercera colina y disfrutar todo lo que pude del ambiente. En el llano conseguí recuperar algo y aunque parte de la Heartbreak Hill la hice andando pude correr bastante parte de la última subida. En el fondo cuando estás allí te das cuenta de que no son tan temibles como se dice. Pensaba que al coronarla podría recuperar el ritmo hasta meta en los 8 kilómetros que quedaban de “bajada” pero las piernas no podían del dolor. Era una sensación terrible ver que te costaba la vida mantener el ritmo a 5 incluso bajando.
Tocaba tirar de experiencia y comencé a ponerme pequeñas metas. El objetivo era correr un kilómetro y luego caminar unos metros mientras reordenaba la cabeza, me hidrataba y relajaba las piernas. Buscaba las botellas de agua que daba la gente porque a pesar de que cada milla hay avituallamiento no daba abasto para hidratarme. Miraba de vez en cuando el reloj y a pesar de que el tiempo no me importaba las 4 horas se avecinaban y me daba mucha rabia no conseguir bajar ni siquiera de esa marca, así que tocó hacer un último esfuerzo.
La recta de meta se hace eterna. Quieres llegar como sea para cruzarla y que se acabe pero a la vez te entristece porque sabes que has vivido algo único e irrepetible y llega a su fin. Acabo en 3:58:53. Ha ido por los pelos pero al final lo has conseguido. Hace 4 meses no podías dar 2 zancadas seguidas (literal) sin rabiar de dolor y ahora te están colgando en el cuello esa preciosa medalla, ese unicornio, que tanto significaba para ti.
Ya tienes tu unicornio. Sólo tú sabes lo mucho que has tenido que sufrir para tenerlo en tus manos y no me refiero a correr esos 42 traicioneros kilómetros que separan Hopkinton de Boston.
Como dice Cachirulo América para los americanos, pero que me esperen una última vez que en Chicago no perdono.
Y para rematar video sin montaje ni historias pero eso sí, me he currado unos subtítulos sincronizados, porque hay muchos momentos en los que no se entiende una leche de lo que digo
. Recomiendo verlo en Youtube en todo su esplendor que para algo lo grabé a 1080p60 5 Km -> 18:31 -> Cavalcada de Reis Cornellà 2017
10 Km -> 38:47 -> Nassos 2017
Mitja -> 1:23:58 -> Barcelona 2018
Marató -> 3:06:17 -> Barcelona 2018
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23 Abr 2019 23:56 #408
per OscarBolo75 (Associat/da)
37'27" Cursa dels Nassos 2019
1h21'33" Mitja Barcelona 2020
2h49'44" Marathon de Paris 2019
50km Ruta de les X Ermites 2015
71km Long Trail Barcelona 2016
85km Ultra Trail Collserola 2015
Enhorabuena por esas emotivas crónicas tonivet & esquimal
jaume86 això si que es aprofitar l'escala a Canada
genial la crònica i moltes gràcies per les mencions.
Salut
jaume86 això si que es aprofitar l'escala a Canada
genial la crònica i moltes gràcies per les mencions.cachirulo, Chicago es una ciudad superagradable, una miniNY, Maratón plana, con inicio/fin en el mismo sitio, party post Maratón con su mile 27, vuelo directo desde BCN, pizza Deep Dish, inicio ruta 66....te veo volviendo a USA.cachirulo va escriure: Yo he decidido dejar la maratón pero los mamones de mi grupo ya empiezan a decir no sé que de Chicago 2021. Para una que es plana en USA...
En dos años y medio pueden pasar muchas cosas...
Salut
37'27" Cursa dels Nassos 2019
1h21'33" Mitja Barcelona 2020
2h49'44" Marathon de Paris 2019
50km Ruta de les X Ermites 2015
71km Long Trail Barcelona 2016
85km Ultra Trail Collserola 2015
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24 Abr 2019 09:06 #409
per Jordi (Associat/da)
* MMP *
3h24 37 Marató - 1h31 07 Mitja - 41:55 10km - 19:49 5km - 5:48 Milla - 3:19,50 1000m - 1:07,23 400m - 14,43 100m || 2h28 53 30km - 1h06 17 15km - 46:55 ECI
* Addicte a l'endorfina des del 18/08/2011 *
JRDi69 en STRAVA
Masses Límits
123
M'has ben emocionat esquimal 
Chicago is waiting
Salut!
Jordi
Chicago is waiting
Salut!
Jordi
* MMP *
3h24 37 Marató - 1h31 07 Mitja - 41:55 10km - 19:49 5km - 5:48 Milla - 3:19,50 1000m - 1:07,23 400m - 14,43 100m || 2h28 53 30km - 1h06 17 15km - 46:55 ECI
* Addicte a l'endorfina des del 18/08/2011 *
JRDi69 en STRAVA
Masses Límits
123
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24 Abr 2019 10:04 #411
per jcarpa (Visitant)
Qui fa el q pot no esta obligat a més!!!
Carpe diem!
MMPs:
10 Qm's: 37'20" Bombers05/ 36'29" La Sagrera09
Mitja : 1h 20'55" Tarragona98/ 1h20'23" Granollers08/ 1h 19'17" Salou08/ 1h19'16" Reus10
Marató : 2H 50'12" Donosti06/ 2H 49' 39" Benidorm07/ 2h...
He anat llegint les cròniques aquests dies, i realment estem tarats/tarades els/les maratonians/nes, perquè veient els vostres patiments, i queda l'orgull de la batalla, i als que no hi hem anat, ens agafen unes ganes terribles d'anar-hi!!!
I pensar que vaig arribar a tenir les dades posades al formulari d'inscripció i al final no vaig tirar endavant, entre d'altres coses pq aquest cop si que diferent a NY, em tocaria anar amb tota la familia, i ara mateix no hi ha diners per anar els 4 i els nens encara els falta algun any per que no se'ls faci un rotllo caminar molt per visitar coses que no els hi van (de moment).
Tornant al tema que ens importa, les cròniques. Cachirulo, ningú millor que tu saps com respon el teu cos, i a que t'hjas d'adaptar o fer, encara que ha veig que comencen a sortir els diablillos:evil: que tots tenim d'amics amb la forma de Chicago 2021,... tens temps de reflexionar
Joan3, crec que de tots, ets el que millor ha portat aquesta molt dura marató, Moltes Felicitats per la gestió i per haver Gaudit!!! Ets un valor segur!
Cachirulo, un fora de serie, vas sortir amb el ritme previst, i en el teu cas són paraules majors, sols dic una cosa, en català en diuen , qui no arrisca no pisca, i vas arriscar, vas tenir que afluixar una mica a la part dura, i tot i així un marcón!!!
Jaume86, ets un menja maratons com ningú, estas en una ratxa de fer i fer, potser junt amb el Sandmann sou els que actualment feu més maratons dels correcats a l'any. Vau fer un grupet impressionant amb la Mona i el Amic, pobre, com el deviu "atormentar" amb la camara, anims, i segueix segueix, però ell segur que ho va lluitar per dintre, i així vau acabar, ben feliços els 3. Ja ets experimentat en això de les llebres, tant en que et portin com en portar gent al ritme. Un Crack!!! I ara a Empuries!!!
Tonivet, un altre experimentat dels correcats, veig que vas tastar la essencia del mur, però a la marató que ara em deixeu clar que és una de les que no es poden deixar de fer. Fa anys m'ho van dir de NY, tinc Atenes entre les retines, i Boston es veu que tb ha de tocar un any o altre. Tu ho has deixat clar MARATÓ EN ESENCIA!!! I de les que no s'obliden, al final, despres dels patiments i veure com marxen les marques que busques, deixa clar que queda la felicitat i els bons moments.
OscarB&J, un altre exemple de lluitala teva crònica.
Esquimal, quin nivell de crònica també, i gràcies pel video, queda clar, com vas viure la marató, i que divertit lo del Collage, plasmant totes les sensacions des de les hills caminant, quan no hi ha més bateria a les cames, a l'alegria de creuar el arc d'arribada.
Esperant més cròniques, i agafant moltes ganes de còrrer a Boston!
Salut i Alegria,
Pere
I pensar que vaig arribar a tenir les dades posades al formulari d'inscripció i al final no vaig tirar endavant, entre d'altres coses pq aquest cop si que diferent a NY, em tocaria anar amb tota la familia, i ara mateix no hi ha diners per anar els 4 i els nens encara els falta algun any per que no se'ls faci un rotllo caminar molt per visitar coses que no els hi van (de moment).
Tornant al tema que ens importa, les cròniques. Cachirulo, ningú millor que tu saps com respon el teu cos, i a que t'hjas d'adaptar o fer, encara que ha veig que comencen a sortir els diablillos:evil: que tots tenim d'amics amb la forma de Chicago 2021,... tens temps de reflexionar
Joan3, crec que de tots, ets el que millor ha portat aquesta molt dura marató, Moltes Felicitats per la gestió i per haver Gaudit!!! Ets un valor segur!
Cachirulo, un fora de serie, vas sortir amb el ritme previst, i en el teu cas són paraules majors, sols dic una cosa, en català en diuen , qui no arrisca no pisca, i vas arriscar, vas tenir que afluixar una mica a la part dura, i tot i així un marcón!!!
Jaume86, ets un menja maratons com ningú, estas en una ratxa de fer i fer, potser junt amb el Sandmann sou els que actualment feu més maratons dels correcats a l'any. Vau fer un grupet impressionant amb la Mona i el Amic, pobre, com el deviu "atormentar" amb la camara, anims, i segueix segueix, però ell segur que ho va lluitar per dintre, i així vau acabar, ben feliços els 3. Ja ets experimentat en això de les llebres, tant en que et portin com en portar gent al ritme. Un Crack!!! I ara a Empuries!!!
Tonivet, un altre experimentat dels correcats, veig que vas tastar la essencia del mur, però a la marató que ara em deixeu clar que és una de les que no es poden deixar de fer. Fa anys m'ho van dir de NY, tinc Atenes entre les retines, i Boston es veu que tb ha de tocar un any o altre. Tu ho has deixat clar MARATÓ EN ESENCIA!!! I de les que no s'obliden, al final, despres dels patiments i veure com marxen les marques que busques, deixa clar que queda la felicitat i els bons moments.
OscarB&J, un altre exemple de lluitala teva crònica.
Esquimal, quin nivell de crònica també, i gràcies pel video, queda clar, com vas viure la marató, i que divertit lo del Collage
, plasmant totes les sensacions des de les hills caminant, quan no hi ha més bateria a les cames, a l'alegria de creuar el arc d'arribada.Esperant més cròniques, i agafant moltes ganes de còrrer a Boston!
Salut i Alegria,
Pere
Qui fa el q pot no esta obligat a més!!!
Carpe diem!
MMPs:
10 Qm's: 37'20" Bombers05/ 36'29" La Sagrera09
Mitja : 1h 20'55" Tarragona98/ 1h20'23" Granollers08/ 1h 19'17" Salou08/ 1h19'16" Reus10
Marató : 2H 50'12" Donosti06/ 2H 49' 39" Benidorm07/ 2h...
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24 Abr 2019 10:58 #412
per fandes (Associat/da)
Quina passada llegir-vos! Felicitats als 13, per superar-vos en una marató que, pels que heu anat compartint-nos les cròniques (meravelloses), és a igual manera bonica i emocionant que dura. Us admirem kilometer, Joan3, Jaume86, cachirulo, Joregar, OscarB&J, esquimal, Barceruel, Joan Pala, tonivet, Anfeca, amic, Mona!
Amb ganes de llegir on us porten les cames en següents reptes
PD: Cachirulo segur que disfrutes i molt malgrat que l'etapa maratoniana hagi passat, endavant!!!
Amb ganes de llegir on us porten les cames en següents reptes
PD: Cachirulo segur que disfrutes i molt malgrat que l'etapa maratoniana hagi passat, endavant!!!
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24 Abr 2019 15:22 #413
per Dennis Teuling (Associat/da)
1500 La Haya - 4:09:78 indoor 1990
10 milles Amsterdam - 0:59:03 1992
10 km Nassos '11 - 36:54
Mitja Tarragona '15 - 1:24:38
Marató Empúries '18 - 3:03:21
Fantàstica la crònica teva esquimal, i quin goig de vídeo!!!
Crec que em falta un parell de cròniques més per apuntar-me també, que només per les vostres cròniques ens està entrant unes ganes de córrer-la.
Quina gran família Correcat
Crec que em falta un parell de cròniques més per apuntar-me també, que només per les vostres cròniques ens està entrant unes ganes de córrer-la.
Quina gran família Correcat
1500 La Haya - 4:09:78 indoor 1990
10 milles Amsterdam - 0:59:03 1992
10 km Nassos '11 - 36:54
Mitja Tarragona '15 - 1:24:38
Marató Empúries '18 - 3:03:21
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24 Abr 2019 17:59 #414
per aurelian (Associat/da)
10000: 38:43 - Sant Antoni 02.2016
Mitja: 1:23:49 - Oxford Half Marathon, 10.2018
Marató: 2:56:26 - Maratona di Pisa, 12.2018
strava
que horror que horror QUE HORROR esquimal 
10000: 38:43 - Sant Antoni 02.2016
Mitja: 1:23:49 - Oxford Half Marathon, 10.2018
Marató: 2:56:26 - Maratona di Pisa, 12.2018
strava
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24 Abr 2019 20:28 #415
per kilometer (Associat/da)
10 km: 33:17 XXIena Cursa de Bombers 2019
Mitja Marató: 1h12:51 eDreams Mitja Marató de Barcelona 2019
Marató: 2h34:08 XXXVI - Zurich Maratón Sevilla 2020
Diumenge, 6 de març de 2011, al voltant de migdia. Acabem de finalitzar la marató de Barcelona. Estic molt content , he fet 2h46:47, i tot i que volia fer sub 2h45, el desenvolupament de la cursa, la companyia,etc … em fa valorar aquest resultat satisfactòriament. A més el meu germà ha fet la la seva MMP. Peró m’adono de que la propera edició, canvia de data i se’n va al 25 de març. No sé per que canvia de data, peró la meva dona, ai la meva dona, sempre comprensiva i tolerant, a la par que desapassionada amb aquest esport, em diu que és el seu aniversari (és el 24/03) i que no pensa perdre el temps amb la marató el proper any.
Així, en aquell precís instant, sorgeix la idea de sortir fora, córrer pel mon i iniciar el camí de les Majors. 2012, serà l’any de London, el dels Jocs Olímpics. No sabia ben bé com m’ho faria, peró m’aventurava a iniciar aquest camí...Començava a gestar-se el somni de córrer les Majors, aixó si, amb una premissa: guanyar-me la participació amb el meu esforç, amb meus resultats… Molts a hores d’ara, ja coneixíeu tots els capítols d’aquesta sèrie: London (2012), NYC (2014), Berlin (2015), Chicago (2016), Tokyo (2018), peró ens queda el capítol final, el que tanca el cèrcol: Boston (2019).
Boston ha estat la parada final, d’aquesta bonica història. Serà un punt i seguit, per suposat, en la meva carrera atlètica, peró tanca uns anys molt bonics, buscant acomplir un somni. Una història que vaig començar amb la meva dona i que amb el pas dels anys ha anat incorporant als meus fills, l’Enzo (que només s’ha perdut London) i Vera (a la panxeta de mamà a Tokyo, no ha deixat l’oportunitat d’estar a Boston). I es que aquesta edició, la 123, tenia lloc a unes dates idònies per viatjar amb família. I és per aquest fet, i per la significança del moment, que ja des de que venia de Tokyo, li donava voltes a una idea, que tota la família fos allà, al meu costat.
La preparació (també molts ja l’heu anant veient, i no m’estendré en aquest apartat) no ha estat fàcil dur-la a terme en la situació personal en la que estàvem. Els fills impliquen una gran responsabilitat i un gran sacrifici, i és per aixó que he hagut de buscar el meu espai per a poder entrenar-me per la fita. Les 5:00 del matí ha estat la hora en la que m’aixecava i em preparava per fer l’entrenament del dia. Peró estrany era el dia en que podia dormir tot seguit o poder anar-me d’hor a dormir, per que així ho demandava la meva condició de pare. No em queixo, ni pretenc donar lliçons, és la meva realitat, com algun cop ja he comentat. M’he hagut d’adaptar, i sent aquest el motiu, un no pot dir que no…També he hagut de treballar més. Se que no treballo a la construcció i que no tinc una exigència física tremenda, peró des de desembre, 3 dies a la setmana mels passo gairebé fora tot el dia, treballant (en dos llocs). Així doncs preparar-se no ha estat fàcil, peró ho hem pogut fer, per que la il•lusió era tremenda, i més tenint a tota la família allà, per la que per altra part havia treballat molt preparant un viatge que poguessin recordar, visitant Boston i NYC.
Oficialment el 24 de desembre van començar les 16 setmanes de preparació i després de més de 1.600 km, va arribar el moment, dissabte 13 d’abril vam marxar cap a Boston. Ens disposàvem a gaudir tots...quan a les primeres de canvi, tot es va torçar i es va complicar de mala manera. L’apartament que havia llogat al març de 2018, estava ocupat. Oh my good !!. Estava a Boston amb la meva família, al carrer !!. La propietària l’havia llogat pel seu compte i risc des de setembre, sense comunicar-ho a ningú, ni a Booking (on jo ho havia reservat)
. Imagineu el panorama, amb 7 adults i 3 nens de 10 mesos, 5 anys i 11 anys al carrer. Sort que la meva dona i la meva cunyada es van posar dures per telèfon i ens van trobar una sol•lució, que a priori tampoc era fàcil, doncs érem 10, i a menys de 48 hores de la marató a veure on ens ficaven. Van ser 3 hores llarguíssimes de gestions telefòniques, i al final vam anar a parar a un altre apartament, al 422 de Bowdoin St, a una mica més de 4 km del destí original. Aixó va trastocar una mica els mes plans inicials, ja que, tot ho tenia organitzat des d’un altre lloc, però sobretot, per que les gestions van haver de seguir després, doncs no sabíem si ens quedaríem allà o la nit abans de la marató ens haurien de tornar a buscar un altre lloc. Vam haver d’estar pendents del telèfon 48 hores. Així que no vaig poder estar amb tota la colla correcat, amb la il•lusió que em feia la companyia d’amics i coneguts. Em perdia, l’històrica foto correcat. 
Vaig anar a la fira diumenge a les 9, vaig recollir el dorsal, la samarreta, vaig comprar la Celebration Jacket i vaig anar a l’stand d’Abbot, per a que em posessin un sticker amb codi bini, per poder recollir la medalla de les Six Majors. Vaig enllestir ràpid i vam tornar a “casa” a esperar notícies. Vam fer una mica de turisteo, aixó si, però assegudets, al Duck Tour. Un tour guiat amb vehicle amfibi, que després d’una estona es ficava al riu Charles. Era una sorpresa que els hi tenia reservada a la família i que després dels aconteixements, no podia deixar de banda. Després vaig tornar de l’apartament amb l’OK per passar la resta de dies allà i ho vaig preparar tot per l’endemà, sense més patiments ja.
Dilluns dia 15 d’abril. Son les 4:45 am, sona el despertador, tinc missatges de Whatts que contesto i em poso de peu. Em fa molt mal el 5è dit del peu dret. M’havia donat un cop amb la pota del llit la nit anterior, i tenia una capsulitis. Era conscient en aquell moment de dos coses, que podria córrer, però que tindria aquell doloret tota l’estona (pensava que si em trepitjava algú...potser tot s’acabava allà). A New England, a aquelles dates, el temps és realment boig, i canviant, tant surt el sol, com s’ennuvola, com plou, com fa vent, com fa calor....En fi ho teníem tot preparat, per a qualsevol escenari. 10 - 15 minutets caminant, estació de Savin Hill (vermella) – Park Street (transbordament a la verda) – Arlington (verda), i uooop, ja hi érem al lloc del Gear Check a buscar l’autobús. Quan finalment el vaig trobar, sorpresa, em vaig trobar amb el Joan3 
. Vam entregar la bossa junts i vam passar un grapat d’hores intercanviant confidències i fent-nos una mica més amé el camí. Havien estat caient gotetes, però a mig camí va caure la mundial. Per sort nosaltres estàvem ja dintre de l’autobús. No sé si per això o que, l’autobús es va aturar 20 – 25’, que vam aprofitar per esmorçar. Arribem a Hopkinton, kitt de pluja i a buscar un lloc, on gairebé no hi ha a sota les carpes. Visiteta al lavabo i ens canviem per anar a la sortida. Prèviament ens trobem amb el Barce i el seu amic i departim una mica. L’organització es perfecta, i un cop ja hem deixat la roba anem avançant per Hopkinton caminant i fent broma. Les 0.7 milles se’ns passen en res. Ja estem al primer calaix. A poc per les 10:00 surt la elit, són presentats i xoquen les mans i es saluden amb tothom. Arriba el moment de l’himne i el cantant està molt animat (difícil descriure) i comença l’himne. Brutal, com sempre a terres americanes. En acabar 2 caçes volen baix per sobre de nosaltres. Últimes paraules amb el Joan3 i una sentida abraçada. Ens sentim orgullosos d’estar en aquell moment, a l’espera de la sortida . A més , per a mi és també, un orgull i una satisfacció enorme tenir-lo allà, al meu costat i tot i que l’objectiu és diferent, sé que no distarem molt. Dos minuts després d’haver sortit l’elit, arribava el nostre moment....Que explicar ara que no s’hagi dit ja de la marató de Boston...comencem...
Com diria el meu amic sacieu-lo, la sortida es neta, sense entrebancs, però me n’adono de que hem perdut un imant fixa dorsals i em passo els primers metres reacondicionant el dorsal per a que no em caigui. Un cop sol•lucionat el problema, toca córrer. La idea és clara, “fàcil” entre 3:35 – 3:40. És fàcil dir-ho, però s’havia de fer . Teníem el circuït ben estudiat i teníem clar que ser massa agosarat al principi, et podria passar factura al final, més que mai, però l’escenari s’ho valia, la última Major s’ho valia. En el meu cas no es tractava només de gestionar la cursa, el circuït, si no de fer-ho amb les majors prestacions possibles, pel que era conscient dels riscos que prenia, però ho havia de fer, m’ho devia a mi mateix i al meu esperit, a la família i amics. Havia de tenir confiança en les meves possibilitats, per això havíem entrenat, i la meteo, tot i certa humitat, va decidir portar-se bé amb nosaltres. Fins arribar a Ashland el descens és notable, tot i que alguna llamborda et vas trobant, com la de la primera milla. Cal dir que fins al km 10, també hi ha marcació per km (suposo que per que la BAA també fa cursa de 5, 10 km i MM), amb el que m’és, més fàcil anar controlant el ritme. Cau el primer parcial de 5 km en 18:02 (3:36/ km)
. Des del primer moment veus el fervor del públic, i això que estem al principi. Les sensacions fins al moment, prou bones. Un cop entrem a Ashland
el terreny descendent es suavitza, i tot i això, les llambordes van apareixent de tant en tant. No obstant el circuït continua sent favorable i es pot córrer molt bé. És un parcial còmode i ens surt en 18:00, el més ràpid, mantenint el ritme que dúiem inicialment. S’acaba el marcatge en km amb un bon 36:02 als 10 km
. El meu cap està en ebullició, fent números, ritmes en milles, en km, distàncies....També trobo a faltar una mica el suport familiar. El públic es genial, però saber que només veuràs la teva gent al final, pesa una mica...
L’entrada a Framingham , té una connotació especial per mi, si més no curiosa. Aquí és van iniciar uns estudis de cohorts al 1948, molt coneguts en l’àmbit mèdic, i que encara continuen desenvolupant-se, per estimar el risc cardiovascular, que van esdevenir en uns criteris per establir el risc de patir un event cardiovascular com un infart en un temps de 10 anys segons edat, sexe i altres variables. La seva aplicació va ser mundial (Criteris de Framingham), tot i que després ha calgut adaptar-ho a la nostra població. Mentre vaig pensant en aquestes coses (per distreure la ment), el terreny ja s’ha aplanat més i començo a veure als costats dels carrers la idíl•lica vida de les pelis. Les famílies surten al carrer, els pares fan barbacoes i prenen cerveses, els nens juguen al columpi fet amb cordes i una roda al seu jardí. S’asseuen amb les seves cadires plegables als marges de la carretera i ens animen, que no decaigui la cosa. Aquest tercer parcial, km 15, surt en 18:16 (3:39/ km) . Anem bé, no tan fluid, però no vull forçar el ritme.
A Natick , les coses no canvien massa respecte a l’animació del públic, però el circuit, comença a girar-se en contra. Es perceptible que majoritàriament és un fals pla, i ja notes que vas un pel més forçat que fins al moment. Peró aixó si, em continuo trobant bé, i en termes generals estem on volíem estar. A més ja començo a pensar en les Hills. Convé guardar forces. Arribem en lleuger pla-baixada al km 20. Parcial similar a l’anterior, 18:21 (3:40) . Prèviament ja comences a notar els crits del famós Scream Tunnel. S’apropen les noies del Wellesley ...
Tot el que s’hagi dit és poc. Sembla ser que la història diu que és una tradició, i així generació, a generació, allà hi són, amb una cridòria ensordidora, des de molt abans de la teva arribada. Quan arribes, el “subidón” està assegurat. Jo no em podia, ni volia parar, però vaig passar centenars de metres xocant mans i saludant a totes les noies que vaig poder. S’ha de viure...I pam, en un tres i no res, a Wellesley, arriba la mitja, 13.1 milles, en 1h16:38 (3:40/ km) . Fins aquí tot correcte. Aixó si la sensació des de fa uns km, és que no vaig tan fi com voldria, que el ritme és lleugerament forçat. No hi vull pensar, queda poc per les Hills. Anem mantenint el ritme més o menys dels últims parcials, però és nota que no estem en un terreny favorable i arribem al km 25 en 18:30 (3:42/ km) . Ja és oficial, ara les sensacions no són bones, no són òptimes, però tampoc dolentes, patirem. Arriba el moment de les Hills. Tant debò tinguéssim els ànims familiars per aquí. Baixada important al km 25, que anticipa el que ve després. Mà a la butxaca esquerra de les meves Hoko, però no trobo el meu gel de Maurten, se m’ha caigut, ves a saber quan. És igual, ja no hi puc fer res, arriben les pujades de Newton ...
El crono ja està oblidat, ara toca superar les properes 5 milles com pugem . Amb l’impuls de la baixada, encarem la primera pujada. Diuen que pot ser la més dura, potser...per mi, és la més llarga. Uns 800 m – 1km, que no sembla acabar-se mai. Quan sembla que s’acaba veus que encara queda una mica més. Ara és la guerra total, n’hi ha que van bé, n’hi ha que caminen, hi ha de tot. Jo crec que pujo relativament bé i només penso en anar sortejant dificultats. Arribem a dalt, i per davant tenim un pla baixada llarg, que no és cap regal, amb ondulacions per anar recuperant. És aquí on comprovo que estem castigant les quàdriceps i les cames comencen a estar trinxades. Envejo la gent que va millor, però només em queda entrar en mode lluita i no defallir. Agafo un gel de la organització, per a veure si em dona quelcom més per la part final, més que per ara. Pim pam, segona pujada. Sense dubte aquesta es deixa sentir més. Més curta, més dura, i amb més tralla a les cames. Peró la pugem bé. La recuperació és llarga, però les cames estan cada cop més trillades. Les milles passen, els km més i sense adonar-me, de tant buscar-la no m’he adonat i he passat ja la tercera pujada. L’he confós amb una de les habituals llambordes del circuit i se m’ha fet curta i tot. Bé, ens queda la part final. Pel camí el parcial al km 30 ha estat de 19:15 (3:51/ km)
. Heartbreak Hill, té la fama i el nom, però no és la més llarga, no és la més dura. Sense dubte la fama s’esdevé pel que ja portes a les cames. Té una primera part una mica més empinada, després s’aplana i torna a pujar més suaument. Sincerament, tot i estar ben trinxat ja, no va ser un gran obstacle. A l’esquerra veig un cartell entre el públic que acostuma a portar algú sempre, que marca el top de la colina. Somric mentre passo per allà. Ha passat el pitjor, però encara queda arribar a Boston, 5 milles per davant i tot i que de cardio vaig bé, les cames, en especial els quàdriceps, estan “ferits” de la enorme batalla fins al moment.
Es cert que baixem i que el meu cap li demana més a les meves cames, però no poden donar més de si. Envejo als que em van superant, però no tinc fluïdesa, no tinc facilitat de gambada. Els meus pensaments passen per fer km a km i anar sumant per apropar-nos al final. Aquest parcial del km 35, se m’ha anat fins als 20:19 (4:04/ km) . Quant de mal ha fet aquesta part del circuit. Si puc defensar-me fent km sub 4, podria baixar de 2h40. M’animo a pensar que puc fer-ho, com diria en Laporta, no estem tan malament. Poc a poc anem transitant per Brookline i comencem a visualitzar el cartell de CitGo que marca la última milla del circuït. Estem entrant a Boston i ara el públic s’acumula enfervorit al costat de les valles. Començo a pensar que ho podré aconseguir, hem de continuar lluitant. Hi ha molta gent animant. Que bé senta. Peró en passar el cartell del CitGo, el meu isquio esquerra em dona una fiblada brutal, se’m carrega i encara que no vull, he de parar, no puc córrer
. M’apropo a la valla, la gent molt respectuosa, s’aparta i es fa silenci, estiro com puc, i no ho faig massa bé, però no puc fer gaire més. Torno a córrer, es trenca el silenci i tornen els atronadors ànims que m’empenten. Sembla que la cama aguanta. No sé el que he perdut, però se m’escaparà baixar de 2h40, el parcial al km 40 ha estat de 20:45 (4:09/ km
, amb parada inclosa). Baixo i torno a pujar amb relativa facilitat per aquelles alçades, ja a la milla 25. Gir a la dreta per Hereford St i al fons ja puc veure Boylston Street. Penso que queda girar a l’esquerra i 500 - 600 m, de recta final. Em recomponc i fixo la mirada en el crono de meta. Vaig fent, la cama aguanta bé, ho aconseguirem. Per fi escolto crits familiars. A l’esquerra, prop de les grades, allà està la família 
, els veig a tots . Em reconforta em sento orgullós. Els saludo, els envio petons , els he pogut veure a tots. Uns metres més...i braços enlaire siiiiiiiiiiiii, ja ho tenim. S’ha acabat la marató. Temps final 2h40:57 (3:49/ km)
. A la segona mitja m’han caigut 7:39 (1h24:19). Que dur que ha estat. Estic emocionat, peró no tinc forces ni per emocionar-me. Entrega de medalles. M’abraço amb la voluntària que em posa la medalla, que em retorna el gest afectuós, uff ho necessitava. Caminem una mica més, joiós i content. Stant d’Abbot, ensenyo el meu sticker i passo a fer-me les fotos amb la Six Star Finisher Medal.
Maratonianament soc immensament feliç. Aquell somni, anys enrere, era ara una realitat. Mentre m’estic canviant, veig el meu ditet, negre, negre, un reflex de la duresa de la prova. Arriba en Joan3 i parlem amb la veu fatigada per l'esforç. Tots dos hem acabat ben trinxadets peró satisfets. Curiosament, també ens va unir el malestar posterior a la cursa (m’ho va explicar el Joan al Quincy Market, quan ens van retrobar al dia següent).
Ja canviat, la meva dona va acudir a retrobar-se amb mi a la sortida del Gear Check i mentre anàvem parlant, escolto papa, papa, paaaapa, i el meu fill ve corrent cap a mi i se’m tira al coll. Amb prou feines l’agafo. Començo a parlar amb tota la family i mentre ens anem fotos començo a trobar-me fatal, em marejo, tinc calor, m’haig d’estirar a terra. Sembla que se’m passa peró quan estic de peu, em torna a passar i m’estiro de nou a terra. De sobte, la panxa se’m regira, necessito anar al lavabo urgentment. Passant pel lavabo, em trobo millor, peró no massa. Serà quan arribi a l’apartament, em fiqui a la banyera i em prengui una Coca-Cola americana de gairebé mig litre quan em recuperi del tot. La batalla havia estat dura, i per primera vegada la marató, m’havia afectat tant físicament d’aquesta manera, peró l’alegria de ser de nou finisher en la meva sisena Major, ja podia amb tot.
La gent em pregunta, jo mateix em qüestiono, i ara que ?...doncs maratons hi ha al mon, que esperen a kilometer. Potser no podrem apostar per intentar fer marca sempre, peró si que intentaré ser sempre el més competitiu que les circumstàncies em permetin, i si el recorregut de les Majors s’amplia, encara que sigui per interessos comercials, hi tornaré.
Sóc en kilometer (Corredors.cat), sóc maratonià...i ja penso en la següent...
Així, en aquell precís instant, sorgeix la idea de sortir fora, córrer pel mon i iniciar el camí de les Majors. 2012, serà l’any de London, el dels Jocs Olímpics. No sabia ben bé com m’ho faria, peró m’aventurava a iniciar aquest camí...Començava a gestar-se el somni de córrer les Majors, aixó si, amb una premissa: guanyar-me la participació amb el meu esforç, amb meus resultats… Molts a hores d’ara, ja coneixíeu tots els capítols d’aquesta sèrie: London (2012), NYC (2014), Berlin (2015), Chicago (2016), Tokyo (2018), peró ens queda el capítol final, el que tanca el cèrcol: Boston (2019).
Boston ha estat la parada final, d’aquesta bonica història. Serà un punt i seguit, per suposat, en la meva carrera atlètica, peró tanca uns anys molt bonics, buscant acomplir un somni. Una història que vaig començar amb la meva dona i que amb el pas dels anys ha anat incorporant als meus fills, l’Enzo (que només s’ha perdut London) i Vera (a la panxeta de mamà a Tokyo, no ha deixat l’oportunitat d’estar a Boston). I es que aquesta edició, la 123, tenia lloc a unes dates idònies per viatjar amb família. I és per aquest fet, i per la significança del moment, que ja des de que venia de Tokyo, li donava voltes a una idea, que tota la família fos allà, al meu costat.
La preparació (també molts ja l’heu anant veient, i no m’estendré en aquest apartat) no ha estat fàcil dur-la a terme en la situació personal en la que estàvem. Els fills impliquen una gran responsabilitat i un gran sacrifici, i és per aixó que he hagut de buscar el meu espai per a poder entrenar-me per la fita. Les 5:00 del matí ha estat la hora en la que m’aixecava i em preparava per fer l’entrenament del dia. Peró estrany era el dia en que podia dormir tot seguit o poder anar-me d’hor a dormir, per que així ho demandava la meva condició de pare. No em queixo, ni pretenc donar lliçons, és la meva realitat, com algun cop ja he comentat. M’he hagut d’adaptar, i sent aquest el motiu, un no pot dir que no…També he hagut de treballar més. Se que no treballo a la construcció i que no tinc una exigència física tremenda, peró des de desembre, 3 dies a la setmana mels passo gairebé fora tot el dia, treballant (en dos llocs). Així doncs preparar-se no ha estat fàcil, peró ho hem pogut fer, per que la il•lusió era tremenda, i més tenint a tota la família allà, per la que per altra part havia treballat molt preparant un viatge que poguessin recordar, visitant Boston i NYC.
Oficialment el 24 de desembre van començar les 16 setmanes de preparació i després de més de 1.600 km, va arribar el moment, dissabte 13 d’abril vam marxar cap a Boston. Ens disposàvem a gaudir tots...quan a les primeres de canvi, tot es va torçar i es va complicar de mala manera. L’apartament que havia llogat al març de 2018, estava ocupat. Oh my good !!. Estava a Boston amb la meva família, al carrer !!. La propietària l’havia llogat pel seu compte i risc des de setembre, sense comunicar-ho a ningú, ni a Booking (on jo ho havia reservat)
. Imagineu el panorama, amb 7 adults i 3 nens de 10 mesos, 5 anys i 11 anys al carrer. Sort que la meva dona i la meva cunyada es van posar dures per telèfon i ens van trobar una sol•lució, que a priori tampoc era fàcil, doncs érem 10, i a menys de 48 hores de la marató a veure on ens ficaven. Van ser 3 hores llarguíssimes de gestions telefòniques, i al final vam anar a parar a un altre apartament, al 422 de Bowdoin St, a una mica més de 4 km del destí original. Aixó va trastocar una mica els mes plans inicials, ja que, tot ho tenia organitzat des d’un altre lloc, però sobretot, per que les gestions van haver de seguir després, doncs no sabíem si ens quedaríem allà o la nit abans de la marató ens haurien de tornar a buscar un altre lloc. Vam haver d’estar pendents del telèfon 48 hores. Així que no vaig poder estar amb tota la colla correcat, amb la il•lusió que em feia la companyia d’amics i coneguts. Em perdia, l’històrica foto correcat. Vaig anar a la fira diumenge a les 9, vaig recollir el dorsal, la samarreta, vaig comprar la Celebration Jacket i vaig anar a l’stand d’Abbot, per a que em posessin un sticker amb codi bini, per poder recollir la medalla de les Six Majors. Vaig enllestir ràpid i vam tornar a “casa” a esperar notícies. Vam fer una mica de turisteo, aixó si, però assegudets, al Duck Tour. Un tour guiat amb vehicle amfibi, que després d’una estona es ficava al riu Charles. Era una sorpresa que els hi tenia reservada a la família i que després dels aconteixements, no podia deixar de banda. Després vaig tornar de l’apartament amb l’OK per passar la resta de dies allà i ho vaig preparar tot per l’endemà, sense més patiments ja.
Dilluns dia 15 d’abril. Son les 4:45 am, sona el despertador, tinc missatges de Whatts que contesto i em poso de peu. Em fa molt mal el 5è dit del peu dret. M’havia donat un cop amb la pota del llit la nit anterior, i tenia una capsulitis.
Era conscient en aquell moment de dos coses, que podria córrer, però que tindria aquell doloret tota l’estona (pensava que si em trepitjava algú...potser tot s’acabava allà). A New England, a aquelles dates, el temps és realment boig, i canviant, tant surt el sol, com s’ennuvola, com plou, com fa vent, com fa calor....En fi ho teníem tot preparat, per a qualsevol escenari. 10 - 15 minutets caminant, estació de Savin Hill (vermella) – Park Street (transbordament a la verda) – Arlington (verda), i uooop, ja hi érem al lloc del Gear Check a buscar l’autobús. Quan finalment el vaig trobar, sorpresa, em vaig trobar amb el Joan3 . Vam entregar la bossa junts i vam passar un grapat d’hores intercanviant confidències i fent-nos una mica més amé el camí. Havien estat caient gotetes, però a mig camí va caure la mundial. Per sort nosaltres estàvem ja dintre de l’autobús. No sé si per això o que, l’autobús es va aturar 20 – 25’, que vam aprofitar per esmorçar. Arribem a Hopkinton, kitt de pluja i a buscar un lloc, on gairebé no hi ha a sota les carpes. Visiteta al lavabo i ens canviem per anar a la sortida. Prèviament ens trobem amb el Barce i el seu amic i departim una mica. L’organització es perfecta, i un cop ja hem deixat la roba anem avançant per Hopkinton caminant i fent broma. Les 0.7 milles se’ns passen en res. Ja estem al primer calaix. A poc per les 10:00 surt la elit, són presentats i xoquen les mans i es saluden amb tothom. Arriba el moment de l’himne i el cantant està molt animat (difícil descriure) i comença l’himne. Brutal, com sempre a terres americanes. En acabar 2 caçes volen baix per sobre de nosaltres. Últimes paraules amb el Joan3 i una sentida abraçada. Ens sentim orgullosos d’estar en aquell moment, a l’espera de la sortida . A més , per a mi és també, un orgull i una satisfacció enorme tenir-lo allà, al meu costat i tot i que l’objectiu és diferent, sé que no distarem molt. Dos minuts després d’haver sortit l’elit, arribava el nostre moment....Que explicar ara que no s’hagi dit ja de la marató de Boston...comencem...Com diria el meu amic sacieu-lo, la sortida es neta, sense entrebancs, però me n’adono de que hem perdut un imant fixa dorsals i em passo els primers metres reacondicionant el dorsal per a que no em caigui. Un cop sol•lucionat el problema, toca córrer. La idea és clara, “fàcil” entre 3:35 – 3:40. És fàcil dir-ho, però s’havia de fer
. Teníem el circuït ben estudiat i teníem clar que ser massa agosarat al principi, et podria passar factura al final, més que mai, però l’escenari s’ho valia, la última Major s’ho valia. En el meu cas no es tractava només de gestionar la cursa, el circuït, si no de fer-ho amb les majors prestacions possibles, pel que era conscient dels riscos que prenia, però ho havia de fer, m’ho devia a mi mateix i al meu esperit, a la família i amics. Havia de tenir confiança en les meves possibilitats, per això havíem entrenat, i la meteo, tot i certa humitat, va decidir portar-se bé amb nosaltres. Fins arribar a Ashland el descens és notable, tot i que alguna llamborda et vas trobant, com la de la primera milla. Cal dir que fins al km 10, també hi ha marcació per km (suposo que per que la BAA també fa cursa de 5, 10 km i MM), amb el que m’és, més fàcil anar controlant el ritme. Cau el primer parcial de 5 km en 18:02 (3:36/ km)
. Des del primer moment veus el fervor del públic, i això que estem al principi. Les sensacions fins al moment, prou bones. Un cop entrem a Ashland
el terreny descendent es suavitza, i tot i això, les llambordes van apareixent de tant en tant. No obstant el circuït continua sent favorable i es pot córrer molt bé. És un parcial còmode i ens surt en 18:00, el més ràpid, mantenint el ritme que dúiem inicialment. S’acaba el marcatge en km amb un bon 36:02 als 10 km
. El meu cap està en ebullició, fent números, ritmes en milles, en km, distàncies....També trobo a faltar una mica el suport familiar. El públic es genial, però saber que només veuràs la teva gent al final, pesa una mica...L’entrada a Framingham , té una connotació especial per mi, si més no curiosa. Aquí és van iniciar uns estudis de cohorts al 1948, molt coneguts en l’àmbit mèdic, i que encara continuen desenvolupant-se, per estimar el risc cardiovascular, que van esdevenir en uns criteris per establir el risc de patir un event cardiovascular com un infart en un temps de 10 anys segons edat, sexe i altres variables. La seva aplicació va ser mundial (Criteris de Framingham), tot i que després ha calgut adaptar-ho a la nostra població. Mentre vaig pensant en aquestes coses (per distreure la ment), el terreny ja s’ha aplanat més i començo a veure als costats dels carrers la idíl•lica vida de les pelis. Les famílies surten al carrer, els pares fan barbacoes i prenen cerveses, els nens juguen al columpi fet amb cordes i una roda al seu jardí. S’asseuen amb les seves cadires plegables als marges de la carretera i ens animen, que no decaigui la cosa. Aquest tercer parcial, km 15, surt en 18:16 (3:39/ km) . Anem bé, no tan fluid, però no vull forçar el ritme.
A Natick , les coses no canvien massa respecte a l’animació del públic, però el circuit, comença a girar-se en contra. Es perceptible que majoritàriament és un fals pla, i ja notes que vas un pel més forçat que fins al moment. Peró aixó si, em continuo trobant bé, i en termes generals estem on volíem estar. A més ja començo a pensar en les Hills. Convé guardar forces. Arribem en lleuger pla-baixada al km 20. Parcial similar a l’anterior, 18:21 (3:40) . Prèviament ja comences a notar els crits del famós Scream Tunnel. S’apropen les noies del Wellesley ...
Tot el que s’hagi dit és poc. Sembla ser que la història diu que és una tradició, i així generació, a generació, allà hi són, amb una cridòria ensordidora, des de molt abans de la teva arribada. Quan arribes, el “subidón” està assegurat. Jo no em podia, ni volia parar, però vaig passar centenars de metres xocant mans i saludant a totes les noies que vaig poder. S’ha de viure...I pam, en un tres i no res, a Wellesley, arriba la mitja, 13.1 milles, en 1h16:38 (3:40/ km) . Fins aquí tot correcte. Aixó si la sensació des de fa uns km, és que no vaig tan fi com voldria, que el ritme és lleugerament forçat. No hi vull pensar, queda poc per les Hills. Anem mantenint el ritme més o menys dels últims parcials, però és nota que no estem en un terreny favorable i arribem al km 25 en 18:30 (3:42/ km) . Ja és oficial, ara les sensacions no són bones, no són òptimes, però tampoc dolentes, patirem. Arriba el moment de les Hills. Tant debò tinguéssim els ànims familiars per aquí. Baixada important al km 25, que anticipa el que ve després. Mà a la butxaca esquerra de les meves Hoko, però no trobo el meu gel de Maurten, se m’ha caigut, ves a saber quan. És igual, ja no hi puc fer res, arriben les pujades de Newton ...
El crono ja està oblidat, ara toca superar les properes 5 milles com pugem
. Amb l’impuls de la baixada, encarem la primera pujada. Diuen que pot ser la més dura, potser...per mi, és la més llarga. Uns 800 m – 1km, que no sembla acabar-se mai. Quan sembla que s’acaba veus que encara queda una mica més. Ara és la guerra total, n’hi ha que van bé, n’hi ha que caminen, hi ha de tot. Jo crec que pujo relativament bé i només penso en anar sortejant dificultats. Arribem a dalt, i per davant tenim un pla baixada llarg, que no és cap regal, amb ondulacions per anar recuperant. És aquí on comprovo que estem castigant les quàdriceps i les cames comencen a estar trinxades. Envejo la gent que va millor, però només em queda entrar en mode lluita i no defallir. Agafo un gel de la organització, per a veure si em dona quelcom més per la part final, més que per ara. Pim pam, segona pujada. Sense dubte aquesta es deixa sentir més. Més curta, més dura, i amb més tralla a les cames. Peró la pugem bé. La recuperació és llarga, però les cames estan cada cop més trillades. Les milles passen, els km més i sense adonar-me, de tant buscar-la no m’he adonat i he passat ja la tercera pujada. L’he confós amb una de les habituals llambordes del circuit i se m’ha fet curta i tot. Bé, ens queda la part final. Pel camí el parcial al km 30 ha estat de 19:15 (3:51/ km)
. Heartbreak Hill, té la fama i el nom, però no és la més llarga, no és la més dura. Sense dubte la fama s’esdevé pel que ja portes a les cames. Té una primera part una mica més empinada, després s’aplana i torna a pujar més suaument. Sincerament, tot i estar ben trinxat ja, no va ser un gran obstacle. A l’esquerra veig un cartell entre el públic que acostuma a portar algú sempre, que marca el top de la colina. Somric mentre passo per allà. Ha passat el pitjor, però encara queda arribar a Boston, 5 milles per davant i tot i que de cardio vaig bé, les cames, en especial els quàdriceps, estan “ferits” de la enorme batalla fins al moment.Es cert que baixem i que el meu cap li demana més a les meves cames, però no poden donar més de si. Envejo als que em van superant, però no tinc fluïdesa, no tinc facilitat de gambada. Els meus pensaments passen per fer km a km i anar sumant per apropar-nos al final. Aquest parcial del km 35, se m’ha anat fins als 20:19 (4:04/ km) . Quant de mal ha fet aquesta part del circuit. Si puc defensar-me fent km sub 4, podria baixar de 2h40. M’animo a pensar que puc fer-ho, com diria en Laporta, no estem tan malament. Poc a poc anem transitant per Brookline i comencem a visualitzar el cartell de CitGo que marca la última milla del circuït. Estem entrant a Boston i ara el públic s’acumula enfervorit al costat de les valles. Començo a pensar que ho podré aconseguir, hem de continuar lluitant. Hi ha molta gent animant. Que bé senta. Peró en passar el cartell del CitGo, el meu isquio esquerra em dona una fiblada brutal, se’m carrega i encara que no vull, he de parar, no puc córrer
. M’apropo a la valla, la gent molt respectuosa, s’aparta i es fa silenci, estiro com puc, i no ho faig massa bé, però no puc fer gaire més. Torno a córrer, es trenca el silenci i tornen els atronadors ànims que m’empenten. Sembla que la cama aguanta. No sé el que he perdut, però se m’escaparà baixar de 2h40, el parcial al km 40 ha estat de 20:45 (4:09/ km
, amb parada inclosa). Baixo i torno a pujar amb relativa facilitat per aquelles alçades, ja a la milla 25. Gir a la dreta per Hereford St i al fons ja puc veure Boylston Street. Penso que queda girar a l’esquerra i 500 - 600 m, de recta final. Em recomponc i fixo la mirada en el crono de meta. Vaig fent, la cama aguanta bé, ho aconseguirem. Per fi escolto crits familiars. A l’esquerra, prop de les grades, allà està la família , els veig a tots . Em reconforta em sento orgullós. Els saludo, els envio petons , els he pogut veure a tots. Uns metres més...i braços enlaire siiiiiiiiiiiii, ja ho tenim. S’ha acabat la marató. Temps final 2h40:57 (3:49/ km)
. A la segona mitja m’han caigut 7:39 (1h24:19). Que dur que ha estat. Estic emocionat, peró no tinc forces ni per emocionar-me. Entrega de medalles. M’abraço amb la voluntària que em posa la medalla, que em retorna el gest afectuós, uff ho necessitava. Caminem una mica més, joiós i content. Stant d’Abbot, ensenyo el meu sticker i passo a fer-me les fotos amb la Six Star Finisher Medal.Maratonianament soc immensament feliç. Aquell somni, anys enrere, era ara una realitat. Mentre m’estic canviant, veig el meu ditet, negre, negre, un reflex de la duresa de la prova. Arriba en Joan3 i parlem amb la veu fatigada per l'esforç. Tots dos hem acabat ben trinxadets peró satisfets. Curiosament, també ens va unir el malestar posterior a la cursa (m’ho va explicar el Joan al Quincy Market, quan ens van retrobar al dia següent).
Ja canviat, la meva dona va acudir a retrobar-se amb mi a la sortida del Gear Check i mentre anàvem parlant, escolto papa, papa, paaaapa, i el meu fill ve corrent cap a mi i se’m tira al coll. Amb prou feines l’agafo. Començo a parlar amb tota la family i mentre ens anem fotos començo a trobar-me fatal, em marejo, tinc calor, m’haig d’estirar a terra. Sembla que se’m passa peró quan estic de peu, em torna a passar i m’estiro de nou a terra. De sobte, la panxa se’m regira, necessito anar al lavabo urgentment. Passant pel lavabo, em trobo millor, peró no massa. Serà quan arribi a l’apartament, em fiqui a la banyera i em prengui una Coca-Cola americana de gairebé mig litre quan em recuperi del tot. La batalla havia estat dura, i per primera vegada la marató, m’havia afectat tant físicament d’aquesta manera, peró l’alegria de ser de nou finisher en la meva sisena Major, ja podia amb tot.
La gent em pregunta, jo mateix em qüestiono, i ara que ?...doncs maratons hi ha al mon, que esperen a kilometer. Potser no podrem apostar per intentar fer marca sempre, peró si que intentaré ser sempre el més competitiu que les circumstàncies em permetin, i si el recorregut de les Majors s’amplia, encara que sigui per interessos comercials, hi tornaré.
Sóc en kilometer (Corredors.cat), sóc maratonià...i ja penso en la següent...
10 km: 33:17 XXIena Cursa de Bombers 2019
Mitja Marató: 1h12:51 eDreams Mitja Marató de Barcelona 2019
Marató: 2h34:08 XXXVI - Zurich Maratón Sevilla 2020
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24 Abr 2019 23:14 #417
per Barceruel (Associat/da)
2h59'43" (Donosti 2016) - 1h22'31" (Prat 2014) - 37'00" (Prat 2013)
FB: Víctor Millán || TW i IG: @barceruel
Ha estat un plaer inmens poder compartir una cosa tant especial com la meva primera Major amb aquesta expedició correcat. I estic gaudint una barbaritat de poder reviure aquell dia màgic i veure'l des dels ulls de cada un dels companys que allà vam ser-hi. Gràcies a tots/es!
Ara penjo la meva crónica. Ha sortit llargueta...
Ara penjo la meva crónica. Ha sortit llargueta...
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24 Abr 2019 23:38 #418
per Barceruel (Associat/da)
2h59'43" (Donosti 2016) - 1h22'31" (Prat 2014) - 37'00" (Prat 2013)
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CRÓNICA DE LA MARATÓN DE BOSTON 2019 (1/3)
ONE DREAM
Mi admiración por la Maratón de Boston viene de muy lejos, desde casi mis inicios en el mundo del atletismo. Hacía poco que había debutado en la distancia de Filípides y nunca había corrido una carrera fuera de Barcelona. La maratón mediática por antonomasia, la que todo el mundo me preguntaba si haría algún día, era Nueva York. Pero ya en aquella época, creo recordar que en 2011, tres amigos “gasoses” fueron a correr a Boston: Koldo, Lucius y Esrafiki. ¿A Boston? ¿Y eso? “Bueno… por historia… porque dicen que el ambiente es una pasada…”. Y empecé a interesarme, a leer sobre ella y a soñar con poder correrla algún día.
Las circunstancias de la vida hacían imposible en aquellos momentos el poder plantearmela, pero toda la épica, casi leyenda, que lleva implícita esta maratón era como un imán: El hecho de haberse disputado sin interrupción desde 1897 (este año ha sido la 123a edición) superando guerras y crisis. El requisito de conseguir una marca mínima para poder participar (el famoso BQ, “Boston Qualifying”). Los iconos del deporte femenino que representan “Bobby” Gibb (la auténtica pionera, en 1966, aunque sin permitirle estar inscrita oficialmente y sin ser reconocida hasta años después) y Kathrine Switzer, que en 1967 fué intentada sacar a empujones a media carrera por el hecho de ser mujer. El episodio de la tramposa Rosie Ruiz, que entró ganadora en 1980 habiendo corrido solo los últimos kilómetros. Ganadoras ilustres como Joan Benoit, Ingrid Kristiansen o Rosa Mota… Las batallas de Salazar y Rodgers. El WR no reconocido de Mutai en 2011. La victoria del “popular” Kawauchi bajo el diluvio del año pasado. O, por supuesto, las bombas en la línea de meta de 2013. Y miles de historias desconocidas de miles de corredores populares de todo el mundo que cada año acuden a Boston como el que va a La Meca. Los runners sueñan con ir a Nueva York. Los corredores, soñamos con Boston.
Ahí estaba esa idea, en el cajón de los “must”, cuando hace cerca de 2 años vimos que en 2019 el 3r lunes de abril (fecha fija de la carrera al coincidir con el “Patriots’ Day”, festivo en Massachusetts) caía justo en Semana Santa. Además, se empezaba a gestar una expedición correcat de lo más numerosa. Era el año perfecto y había que aprovecharlo. El año pasado preparé la Maratón de Roma ya diciendo que el Plan B, en caso de no conseguir mi mejor marca, era conseguir el BQ, y ese fue mi resultado final. Para mi edad, debía bajar como mínimo de 3h20 y acabé en 3h09 después de correr descalzo los últimos 500 metros de la carrera emulando a Bikila. Esa “tontería”, sin saberlo, me iba a penalizar un año después obligándome a salir de la 2a wave. Con los 2 minutos que perdí entre descalzarme y bajar el ritmo hubiera podido salir desde delante y, sobretodo, con David (Dabit) de compañero. En fin…
TRAIN HARD. RUN EASY.
La preparación me la volvería a dirigir Chute unos años después, con ganas de dedicarle un buen trabajo y, a ser posible, una buena marca. Tengo una deuda pendiente con él. Objetivo, ritmo de maratón 4:10, aunque firmando el sub3h pelado. 6 días y muchas semanas con volúmenes de 90-100km. Una carga similar a la de mi único sub3 pero sin series cortas (que me sobrecargan muchísimo) y con muchos km a RM para asimilarlo bien. Estilo Chute pero con los aprendizajes de mis preparaciones con Rafa Caro y Jaume Leiva. Pensando en que sería liebre en la Maratón de Barcelona como las 4 ediciones anteriores, planteemos Boston como objetivo y Barcelona como “tirada larga”. Pero este año no estuve en el equipo de liebres en nuestra maratón, así que pusimos el foco deportivo en Barcelona y Boston quedó como 2a oportunidad o, si todo iba bien en marzo, para afrontarla sólo para disfrutar. La preparación, con sus pequeñas dificultades, la pude seguir en un 90%. Barcelona fue bien pero no del todo, así que quise jugar el comodín de Boston. Alargamos la preparación otras 5 semanas, en las que las piernas ya me fueron dando avisos de cansancio.
Las semanas previas al viaje eran todo nervios en la expedición correcat sobretodo por el clima, que amenazaba con repetir el día apocalíptico que sufrieron en 2018. La experiencia y los consejos de Aurelian y del gurú OscarBolo se convertían casi en mantras. Yo estaba muy tranquilo, la verdad. Llegamos a Massachusetts 3 días y medio antes de la carrera y, lógicamente, nos dedicamos a patearnos la ciudad haciendo turismo. Naaaaa, poca cosa… Según el GPS, 39’5 km el viernes, 25’5km el sábado y 34’4 km más el domingo, el día antes de la carrera. Lo ideal, vaya. El ambiente de la ciudad era espectacular. Todo adornado en modo maratón y con su gente volcada en la prueba. El viernes salimos a trotar con David y fueron unas cuantas veces que nos dijeron “good luck on monday!”. Aquí los corredores molestamos, pero allí somos dignos de admirar. Boylston street, la calle de meta, es una avenida de 5 carriles cortada desde el sábado por actividades relacionadas con la maratón. La Expo del Hynes Convention Center la convierten en una tienda enorme y un despliegue organizativo que ya indica que todo va a estar perfecto a ese nivel. Dorsal recogido el sábado, “dinar de germanor” correcat el domingo, un slice de pizza esa última noche y a dormir.
ONE DREAM
Mi admiración por la Maratón de Boston viene de muy lejos, desde casi mis inicios en el mundo del atletismo. Hacía poco que había debutado en la distancia de Filípides y nunca había corrido una carrera fuera de Barcelona. La maratón mediática por antonomasia, la que todo el mundo me preguntaba si haría algún día, era Nueva York. Pero ya en aquella época, creo recordar que en 2011, tres amigos “gasoses” fueron a correr a Boston: Koldo, Lucius y Esrafiki. ¿A Boston? ¿Y eso? “Bueno… por historia… porque dicen que el ambiente es una pasada…”. Y empecé a interesarme, a leer sobre ella y a soñar con poder correrla algún día.
Las circunstancias de la vida hacían imposible en aquellos momentos el poder plantearmela, pero toda la épica, casi leyenda, que lleva implícita esta maratón era como un imán: El hecho de haberse disputado sin interrupción desde 1897 (este año ha sido la 123a edición) superando guerras y crisis. El requisito de conseguir una marca mínima para poder participar (el famoso BQ, “Boston Qualifying”). Los iconos del deporte femenino que representan “Bobby” Gibb (la auténtica pionera, en 1966, aunque sin permitirle estar inscrita oficialmente y sin ser reconocida hasta años después) y Kathrine Switzer, que en 1967 fué intentada sacar a empujones a media carrera por el hecho de ser mujer. El episodio de la tramposa Rosie Ruiz, que entró ganadora en 1980 habiendo corrido solo los últimos kilómetros. Ganadoras ilustres como Joan Benoit, Ingrid Kristiansen o Rosa Mota… Las batallas de Salazar y Rodgers. El WR no reconocido de Mutai en 2011. La victoria del “popular” Kawauchi bajo el diluvio del año pasado. O, por supuesto, las bombas en la línea de meta de 2013. Y miles de historias desconocidas de miles de corredores populares de todo el mundo que cada año acuden a Boston como el que va a La Meca. Los runners sueñan con ir a Nueva York. Los corredores, soñamos con Boston.
Ahí estaba esa idea, en el cajón de los “must”, cuando hace cerca de 2 años vimos que en 2019 el 3r lunes de abril (fecha fija de la carrera al coincidir con el “Patriots’ Day”, festivo en Massachusetts) caía justo en Semana Santa. Además, se empezaba a gestar una expedición correcat de lo más numerosa. Era el año perfecto y había que aprovecharlo. El año pasado preparé la Maratón de Roma ya diciendo que el Plan B, en caso de no conseguir mi mejor marca, era conseguir el BQ, y ese fue mi resultado final. Para mi edad, debía bajar como mínimo de 3h20 y acabé en 3h09 después de correr descalzo los últimos 500 metros de la carrera emulando a Bikila. Esa “tontería”, sin saberlo, me iba a penalizar un año después obligándome a salir de la 2a wave. Con los 2 minutos que perdí entre descalzarme y bajar el ritmo hubiera podido salir desde delante y, sobretodo, con David (Dabit) de compañero. En fin…
TRAIN HARD. RUN EASY.
La preparación me la volvería a dirigir Chute unos años después, con ganas de dedicarle un buen trabajo y, a ser posible, una buena marca. Tengo una deuda pendiente con él. Objetivo, ritmo de maratón 4:10, aunque firmando el sub3h pelado. 6 días y muchas semanas con volúmenes de 90-100km. Una carga similar a la de mi único sub3 pero sin series cortas (que me sobrecargan muchísimo) y con muchos km a RM para asimilarlo bien. Estilo Chute pero con los aprendizajes de mis preparaciones con Rafa Caro y Jaume Leiva. Pensando en que sería liebre en la Maratón de Barcelona como las 4 ediciones anteriores, planteemos Boston como objetivo y Barcelona como “tirada larga”. Pero este año no estuve en el equipo de liebres en nuestra maratón, así que pusimos el foco deportivo en Barcelona y Boston quedó como 2a oportunidad o, si todo iba bien en marzo, para afrontarla sólo para disfrutar. La preparación, con sus pequeñas dificultades, la pude seguir en un 90%. Barcelona fue bien pero no del todo, así que quise jugar el comodín de Boston. Alargamos la preparación otras 5 semanas, en las que las piernas ya me fueron dando avisos de cansancio.
Las semanas previas al viaje eran todo nervios en la expedición correcat sobretodo por el clima, que amenazaba con repetir el día apocalíptico que sufrieron en 2018. La experiencia y los consejos de Aurelian y del gurú OscarBolo se convertían casi en mantras. Yo estaba muy tranquilo, la verdad. Llegamos a Massachusetts 3 días y medio antes de la carrera y, lógicamente, nos dedicamos a patearnos la ciudad haciendo turismo. Naaaaa, poca cosa… Según el GPS, 39’5 km el viernes, 25’5km el sábado y 34’4 km más el domingo, el día antes de la carrera. Lo ideal, vaya. El ambiente de la ciudad era espectacular. Todo adornado en modo maratón y con su gente volcada en la prueba. El viernes salimos a trotar con David y fueron unas cuantas veces que nos dijeron “good luck on monday!”. Aquí los corredores molestamos, pero allí somos dignos de admirar. Boylston street, la calle de meta, es una avenida de 5 carriles cortada desde el sábado por actividades relacionadas con la maratón. La Expo del Hynes Convention Center la convierten en una tienda enorme y un despliegue organizativo que ya indica que todo va a estar perfecto a ese nivel. Dorsal recogido el sábado, “dinar de germanor” correcat el domingo, un slice de pizza esa última noche y a dormir.
2h59'43" (Donosti 2016) - 1h22'31" (Prat 2014) - 37'00" (Prat 2013)
FB: Víctor Millán || TW i IG: @barceruel
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24 Abr 2019 23:47 - 25 Abr 2019 00:01 #419
per Barceruel (Associat/da)
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CRÓNICA DE LA MARATÓN DE BOSTON 2019 (2/3)
PATRIOTS’ DAY
Dormí mucho más de lo habitual en mis noches pre-maratón. Unas 5 horas, todo un récord. Nos teníamos que levantar temprano. Compartíamos Airbnb en Cambridge con Vane y David y él si que salía de la wave 1. Su autocar hacia Hopkinton partía casi una hora antes que el mio, pero fuimos juntos hasta el Boston Common. No dejábamos nada en el guardarropa (nos lo llevarían las chicas), así que nos fuimos bien disfrazados con ropas viejas, protectores de lluvia y, en mi caso, una manta que gentilmente me cedió Iberia en el vuelo de ida. Él se dirigió a su bus y yo me encontré con Miquel (@Lliteras31), con el que sí que compartía wave y corral. Empezó a llover y pensamos que mejor tomar uno de los primeros autobuses. Error. En la cola de espera nos cayó la tormenta de la semana. A pesar de la capelina y las bolsas de plástico en los pies, acabamos empapados. El viaje hasta Hopkinton y el tiempo en el village nos fue secando y esperamos al último momento a ponernos los calcetines de la carrera. Entre tanto, pudimos compartir nervios con unos cuantos compañeros de expedición: Joan3, Kilometer, OscarB&J... De camino a los corrales, estábamos preparados para comenzar. Salir de la segunda salida pero del primer corral tiene sus ventajas. Con Miquel pudimos disfrutar esos últimos 10-15 minutos a poco más de 5 metros de una línea de salida con la que llevábamos soñando hacía años. Allí solos entre tanta gente, recordando el momento en que nos conocimos y lo impensable de estar compartiendo aquella situación el primer día que entró por la puerta de mi consulta. Nuestra salida tuvo poco glamour. Ni himno emotivo ni cazas sobrevolando el cielo como en la wave 1. Una cuenta atrás y a correr.
Desde el primer metro nos separamos Miquel y yo. Ya era el plan. Él tenía claro que había venido a pasarlo bien, trayendo los deberes hechos de la Maratón de Sevilla. Yo me tiro de cabeza a buscar el objetivo. Habiendo leído y escuchado tanto sobre el recorrido, no tengo intención de ir a un ritmo concreto sino a un esfuerzo constante adaptado al perfil de cada momento. El primer km es una bajada de casi 50 metros de desnivel negativo, lo que me hace marcar 3:51 aún yendo frenado. A partir de ahí, la bajada prevista hasta el km10 es en realidad una puñetera montaña rusa. Preciosa, pero una montaña rusa. Ni un metro plano, con las piernas sin encontrar las buenas sensaciones y con la única muestra de optimismo en los parciales marcados en el km 5 (20:30) y el 10 (41:45). El paisaje es una maravilla, entre bosques y lagos y pasando por coquetos pueblos llenos de gente animando. Disfruto mucho de todo lo que envuelve la carrera, pero noto las piernas muy duras y con sensación de no poder aguantar esos ritmos mucho más allá de la media maratón. Y luego quedan las temidas Hills… Me “rallo”. No quiero recordar mi maratón de Boston como un día épico y de sufrimiento en el que, por enésima vez, me quedo a las puertas. Sobre el km 17-18 saco el móvil del cinturón y le mando un audio al grupo que tenemos con Chute, Laura y Judith: “Mister, aquest any tampoc”.
LET’S GO PARTY!
No me cuesta demasiado activar el modo Run4fun, porque poco después llegamos al Wellesley College y a su Scream Tunnel. Ya medio kilómetro antes se oyen los gritos de las chicas y aquella media milla es lo más gore y lo más divertido que he vivido en una carrera. Un buen rollo para vivirlo aunque sea una vez. ¿Más de 1000 universitarias pidiendo besos a los corredores? Pues yo no soy nadie para negárselos. Empezando por las tímidas que ponen la mejilla y siguiendo con las lanzadas que hacen morritos. Con unas cuantas de ellas, unas risas y unos selfies para inmortalizarlo. Como dirá Miquel al acabar la carrera “hemos dado más besos en esos 2-3 minutos que en toda nuestra adolescencia”. Fan forever de las chicas de Wellesley!
Aún con el subidón llego a la media maratón, a pesar de todo, en 1h31. Pero la cabeza ya está 100% en modo divertimento. De ahí a meta el objetivo es chocar el máximo de manitas, animar al resto de corredores, hacer fotos de recuerdo y agradecer al público todo lo que nos está aportando a los participantes. Es una maratón increíble. Nunca he ido a la Behobia pero, los compañeros que han estado en ambas, dicen que Boston es una Behobia multiplicada por 1000. Llegar a Newton y empezar las hills no es tan duro cuando ya vas a 5’ o más. Corro fácil pero no paseando y en los avituallamientos camino mientras bebo. También voy mandando mensajes a algunos grupos de WhatsApp. Flipan. En la milla 17 están Judith y Vane y también me paro unos segundos a hablar con ellas y a preguntar por David. Saludo al avanzar a Raúl Esquimal, que va jodido pero contento. La Heartbreak Hill es otro scream tunnel pero sin besos. Otro punto de animación top con Júlia, la mujer de Tonivet, en plan estelar. De ahí a meta dicen que es bajada, pero yo no la veo en ningún sitio. Hace mucho calor, bochorno. Sin ir fuerte, sudo mucho y bebo más aún. Hay muchos corredores siendo atendidos. Al final el clima ha dado un giro radical respecto a las previsiones.
Las rectas de Brookline se me hacen eternas, ya con el skyline de Boston en el firmamento. Me alcanza Lliteras y vamos unos metros juntos, pero le digo que tire, que va mejor que yo. Cruzo el puente donde retuvieron a los corredores al estallar las bombas en 2013 y paso el túnel que lleva a las dos curvas finales. Ahí hemos quedado con Judith pero no soy capaz de verla a pesar de sus gritos. Queda menos de un kilómetro. Me acuerdo de mi amigo Pedro, con el que hemos compartido ilusión por esta carrera en muchas ocasiones y que, en su caso, aún tiene en la lista de “pendiente”. Turn right on Hereford, turn left on Boylston! Y poco más de 600 metros de éxtasis hasta la línea amarilla. Miquel está unos 50 metros delante mío y decido intentar alcanzarlo, el último km me sale a 4:10. Los dos con los brazos en alto y dando gritos a la gente. “I don’t hear you! I don’t hear you!”. Y así entramos juntos en meta los hooligans de Boylston Street.
PATRIOTS’ DAY
Dormí mucho más de lo habitual en mis noches pre-maratón. Unas 5 horas, todo un récord. Nos teníamos que levantar temprano. Compartíamos Airbnb en Cambridge con Vane y David y él si que salía de la wave 1. Su autocar hacia Hopkinton partía casi una hora antes que el mio, pero fuimos juntos hasta el Boston Common. No dejábamos nada en el guardarropa (nos lo llevarían las chicas), así que nos fuimos bien disfrazados con ropas viejas, protectores de lluvia y, en mi caso, una manta que gentilmente me cedió Iberia en el vuelo de ida. Él se dirigió a su bus y yo me encontré con Miquel (@Lliteras31), con el que sí que compartía wave y corral. Empezó a llover y pensamos que mejor tomar uno de los primeros autobuses. Error. En la cola de espera nos cayó la tormenta de la semana. A pesar de la capelina y las bolsas de plástico en los pies, acabamos empapados. El viaje hasta Hopkinton y el tiempo en el village nos fue secando y esperamos al último momento a ponernos los calcetines de la carrera. Entre tanto, pudimos compartir nervios con unos cuantos compañeros de expedición: Joan3, Kilometer, OscarB&J... De camino a los corrales, estábamos preparados para comenzar. Salir de la segunda salida pero del primer corral tiene sus ventajas. Con Miquel pudimos disfrutar esos últimos 10-15 minutos a poco más de 5 metros de una línea de salida con la que llevábamos soñando hacía años. Allí solos entre tanta gente, recordando el momento en que nos conocimos y lo impensable de estar compartiendo aquella situación el primer día que entró por la puerta de mi consulta. Nuestra salida tuvo poco glamour. Ni himno emotivo ni cazas sobrevolando el cielo como en la wave 1. Una cuenta atrás y a correr.
Desde el primer metro nos separamos Miquel y yo. Ya era el plan. Él tenía claro que había venido a pasarlo bien, trayendo los deberes hechos de la Maratón de Sevilla. Yo me tiro de cabeza a buscar el objetivo. Habiendo leído y escuchado tanto sobre el recorrido, no tengo intención de ir a un ritmo concreto sino a un esfuerzo constante adaptado al perfil de cada momento. El primer km es una bajada de casi 50 metros de desnivel negativo, lo que me hace marcar 3:51 aún yendo frenado. A partir de ahí, la bajada prevista hasta el km10 es en realidad una puñetera montaña rusa. Preciosa, pero una montaña rusa. Ni un metro plano, con las piernas sin encontrar las buenas sensaciones y con la única muestra de optimismo en los parciales marcados en el km 5 (20:30) y el 10 (41:45). El paisaje es una maravilla, entre bosques y lagos y pasando por coquetos pueblos llenos de gente animando. Disfruto mucho de todo lo que envuelve la carrera, pero noto las piernas muy duras y con sensación de no poder aguantar esos ritmos mucho más allá de la media maratón. Y luego quedan las temidas Hills… Me “rallo”. No quiero recordar mi maratón de Boston como un día épico y de sufrimiento en el que, por enésima vez, me quedo a las puertas. Sobre el km 17-18 saco el móvil del cinturón y le mando un audio al grupo que tenemos con Chute, Laura y Judith: “Mister, aquest any tampoc”.
LET’S GO PARTY!
No me cuesta demasiado activar el modo Run4fun, porque poco después llegamos al Wellesley College y a su Scream Tunnel. Ya medio kilómetro antes se oyen los gritos de las chicas y aquella media milla es lo más gore y lo más divertido que he vivido en una carrera. Un buen rollo para vivirlo aunque sea una vez. ¿Más de 1000 universitarias pidiendo besos a los corredores? Pues yo no soy nadie para negárselos. Empezando por las tímidas que ponen la mejilla y siguiendo con las lanzadas que hacen morritos. Con unas cuantas de ellas, unas risas y unos selfies para inmortalizarlo. Como dirá Miquel al acabar la carrera “hemos dado más besos en esos 2-3 minutos que en toda nuestra adolescencia”. Fan forever de las chicas de Wellesley!
Aún con el subidón llego a la media maratón, a pesar de todo, en 1h31. Pero la cabeza ya está 100% en modo divertimento. De ahí a meta el objetivo es chocar el máximo de manitas, animar al resto de corredores, hacer fotos de recuerdo y agradecer al público todo lo que nos está aportando a los participantes. Es una maratón increíble. Nunca he ido a la Behobia pero, los compañeros que han estado en ambas, dicen que Boston es una Behobia multiplicada por 1000. Llegar a Newton y empezar las hills no es tan duro cuando ya vas a 5’ o más. Corro fácil pero no paseando y en los avituallamientos camino mientras bebo. También voy mandando mensajes a algunos grupos de WhatsApp. Flipan. En la milla 17 están Judith y Vane y también me paro unos segundos a hablar con ellas y a preguntar por David. Saludo al avanzar a Raúl Esquimal, que va jodido pero contento. La Heartbreak Hill es otro scream tunnel pero sin besos. Otro punto de animación top con Júlia, la mujer de Tonivet, en plan estelar. De ahí a meta dicen que es bajada, pero yo no la veo en ningún sitio. Hace mucho calor, bochorno. Sin ir fuerte, sudo mucho y bebo más aún. Hay muchos corredores siendo atendidos. Al final el clima ha dado un giro radical respecto a las previsiones.
Las rectas de Brookline se me hacen eternas, ya con el skyline de Boston en el firmamento. Me alcanza Lliteras y vamos unos metros juntos, pero le digo que tire, que va mejor que yo. Cruzo el puente donde retuvieron a los corredores al estallar las bombas en 2013 y paso el túnel que lleva a las dos curvas finales. Ahí hemos quedado con Judith pero no soy capaz de verla a pesar de sus gritos. Queda menos de un kilómetro. Me acuerdo de mi amigo Pedro, con el que hemos compartido ilusión por esta carrera en muchas ocasiones y que, en su caso, aún tiene en la lista de “pendiente”. Turn right on Hereford, turn left on Boylston! Y poco más de 600 metros de éxtasis hasta la línea amarilla. Miquel está unos 50 metros delante mío y decido intentar alcanzarlo, el último km me sale a 4:10. Los dos con los brazos en alto y dando gritos a la gente. “I don’t hear you! I don’t hear you!”. Y así entramos juntos en meta los hooligans de Boylston Street.
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25 Abr 2019 00:08 - 25 Abr 2019 00:09 #420
per Barceruel (Associat/da)
2h59'43" (Donosti 2016) - 1h22'31" (Prat 2014) - 37'00" (Prat 2013)
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CRÓNICA DE LA MARATÓN DE BOSTON 2019 (3/3)
THANK YOU SO MUCH, BOSTON!
Recibimos la medalla, comemos, bebemos, damos las gracias a los voluntarios y nos despedimos. Miquel va a buscar su bolsa y yo me voy al punto de encuentro con Judith, Vane y David. Me cuesta mucho llegar. No sólo porque hay un trecho, sino porque a cada momento te para la gente para felicitarte y para preguntarte de dónde vienes. El ambiente sigue siendo una fiesta. El clímax, ya reunido con ellos, al pasar por delante de una fiesta privada que tienen montada al lado del circuito. David es prudente pero yo no. “Half of my life for a beer!”. Y una chica me dice que pase, que la acompañe y me saca una cerveza que me sabe a gloria. “Another one for my friend?” y David se suma a la fiesta. Épico. Final de fiesta genial.
Aquella tarde reunión con muchos de los correcats en Fenway Park, sede de los Red Sox. La fiesta no fue nada extraordinario pero el encuentro con los compis y la visita al estadio valió la pena. Igual que el resto de la semana con Jaume86 y Judith en Cape Cod, en el Garden viendo a los Celtics ganar a los Pacers o en Salem desmontando mitos sobre sus brujas. Un viaje inolvidable.
GOING HOME
Sobre mi maratón. Contento de haber tenido esa capacidad para adaptarme a las circunstancias y haber podido disfrutar de una experiencia irrepetible. También me ha servido para aprender que no puedo enlazar 2 maratones a tope en tan corto espacio de tiempo. Puedo correr muchas maratones, una cada domingo, pero si quiero tener resultados me tengo que centrar en un único objetivo.
Sobre la maratón. Por más que el desnivel total sea negativo, es una carrera durísima. No la veo para hacer buenos tiempos ni mucho menos. Excepto en gente de ritmos muy altos, creo que es mejor plantearla con una marcha menos y disfrutar de ella. Es preciosa y variada. Empiezas corriendo por un parque natural entre bosques y lagos, vas cruzando pueblos con encanto, sigues por colinas flanqueadas por los colegios “pijos” de Boston y acabas entrando hasta el corazón de la gran ciudad. Mola mucho. Y su gente más. Antes, durante y después de la carrera. A lado y lado del recorrido ofreciendo galletas, bebidas, helados, cerveza, vaselina… Niños con sus carteles, gente disfrazada, barbacoas, bandas de música… En los últimos kilómetros, hasta 3 filas de gente detrás de las vallas en algunos puntos. Es difícil de explicar. ¡Hay que vivirlo!
Ah, si! Mi tiempo en meta! Que, a todo esto, iba a participar en una carrera! 3:21:02. Seguro que dentro de unos años, de todo lo vivido en Boston, esa marca es de lo que menos me acordaré.
THANK YOU SO MUCH, BOSTON!
Recibimos la medalla, comemos, bebemos, damos las gracias a los voluntarios y nos despedimos. Miquel va a buscar su bolsa y yo me voy al punto de encuentro con Judith, Vane y David. Me cuesta mucho llegar. No sólo porque hay un trecho, sino porque a cada momento te para la gente para felicitarte y para preguntarte de dónde vienes. El ambiente sigue siendo una fiesta. El clímax, ya reunido con ellos, al pasar por delante de una fiesta privada que tienen montada al lado del circuito. David es prudente pero yo no. “Half of my life for a beer!”. Y una chica me dice que pase, que la acompañe y me saca una cerveza que me sabe a gloria. “Another one for my friend?” y David se suma a la fiesta. Épico. Final de fiesta genial.
Aquella tarde reunión con muchos de los correcats en Fenway Park, sede de los Red Sox. La fiesta no fue nada extraordinario pero el encuentro con los compis y la visita al estadio valió la pena. Igual que el resto de la semana con Jaume86 y Judith en Cape Cod, en el Garden viendo a los Celtics ganar a los Pacers o en Salem desmontando mitos sobre sus brujas. Un viaje inolvidable.
GOING HOME
Sobre mi maratón. Contento de haber tenido esa capacidad para adaptarme a las circunstancias y haber podido disfrutar de una experiencia irrepetible. También me ha servido para aprender que no puedo enlazar 2 maratones a tope en tan corto espacio de tiempo. Puedo correr muchas maratones, una cada domingo, pero si quiero tener resultados me tengo que centrar en un único objetivo.
Sobre la maratón. Por más que el desnivel total sea negativo, es una carrera durísima. No la veo para hacer buenos tiempos ni mucho menos. Excepto en gente de ritmos muy altos, creo que es mejor plantearla con una marcha menos y disfrutar de ella. Es preciosa y variada. Empiezas corriendo por un parque natural entre bosques y lagos, vas cruzando pueblos con encanto, sigues por colinas flanqueadas por los colegios “pijos” de Boston y acabas entrando hasta el corazón de la gran ciudad. Mola mucho. Y su gente más. Antes, durante y después de la carrera. A lado y lado del recorrido ofreciendo galletas, bebidas, helados, cerveza, vaselina… Niños con sus carteles, gente disfrazada, barbacoas, bandas de música… En los últimos kilómetros, hasta 3 filas de gente detrás de las vallas en algunos puntos. Es difícil de explicar. ¡Hay que vivirlo!
Ah, si! Mi tiempo en meta! Que, a todo esto, iba a participar en una carrera! 3:21:02. Seguro que dentro de unos años, de todo lo vivido en Boston, esa marca es de lo que menos me acordaré.
2h59'43" (Donosti 2016) - 1h22'31" (Prat 2014) - 37'00" (Prat 2013)
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